Lugar de recuerdos

Jesús Hoyos
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El pintor Fernando Escobar, nacido en Lugo pero con el corazón y su vida en Palencia, centró el pregón del Casino en sus vivencias a lo largo de más de 50 años vinculado a la institución

Lugar de recuerdos - Foto: Sara Muniosguren

El Casino dio ayer comienzo a su programación con motivo de las fiestas de San Antolín con el foco de atención puesto en el pintor Fernando Escobar, protagonista de la tarde al ser el encargado de dar el pregón de la institución.

El pintor de origen gallego se refirió a sus más de cincuenta años como socio del Casino. «Las cosas no son como las vemos, sino como las recordamos. Y digo esto porque yo tengo muy gratos recuerdos vividos en este palacio», comentó Escobar tras explicar sus orígenes.

«Siempre me ha gustado contar historias, aunque mi profesión sea la de pintarlas», aclaró Escobar, quien incluyó en su pregón varias alusiones cinéfilas, comparando el ambiente del Casino con el de la edad de oro de Hollywood.

«Era un mundo de glamour, lleno de hermosas mujeres y hombres galantes con el cigarrillo a medio consumir en la comisura de los labios», recordó. «Palencia y este Casino son una parte muy importante de mi perdida juventud y mi vejez de ahora», añadió.

Tras una primera etapa como socio, recorrió el mundo durante diez años. Suiza, Francia o Brasil fueron alguno de sus destinos. Escobar recordó el momento en que, junto a un amigo, volvieron al Casino, un lugar que para él era «algo casi litúrgico», y se reencontraron con unas escaleras que se le asemejaban a las que aparecen en Lo que el viento se llevó.

Subiendo al piso superior, «había una sala de llena de humo, con unos cuantos señores jugando al póker que parecían sacados de una película donde Paul Newman y Robert Redford se jugaban los dineros con ases y escaleras de color», detalló Escobar.

«Nunca he olvidado aquellos tiempos», aseguró el pintor. «Ha sido un recorrido de muchos años. El mundo ha cambiado. Todos hemos cambiado. Sin embargo, hemos de darnos cuenta de que lo más importante son las historias mínimas, las pequeñas, las que no se esconden», continuó. «Ahora vemos que lo que nos importa es en quien pensamos por la noche cuando nos acostamos», señaló.

«Nosotros somos los que nos conocíamos en estas salas preciosas que tienen un siglo y medio, donde hace más de sesenta años pregunté a mi esposa si quería casarse conmigo», rememoró Escobar. «Esperemos que esto no termine en un fin, como las películas, y que tenga prolongación en nuestros hijos», deseó. Su pregón terminó con un poema in memoriam para «aquellos amigos que ya faltan», rodeado de sus cuadros.

Y es que, desde ayer y hasta el 10 de septiembre se encuentra disponible en el Casino una exposición con algunas de sus pinturas.

Trayectoria. Escobar nació en Lugo en 1936. De padre palentino y madre salmantina, la familia regresó a Palencia, donde estudió en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos, dirigida entonces por Germán Calvo y Mariano Timón.

Tras terminar sus estudios en Madrid y realizar varias exposiciones por Europa, el también reconocido ecologista regresó a Palencia para seguir dedicándose al arte, a enseñar y a divulgar en tertulias artísticas de televisión.