Una manzana de versos que crece

DP
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En la plaza Mariano Timón se colocarán cuatro poemas y cinco más en la de los juzgados, así como uno versos de Díaz-Caneja en la escalera de acceso a la sede desde el jardín

Una manzana de versos que crece - Foto: Eva Garrido

En la cuarta edición de Una manzana para comérsela a versos, la Asociación de Amigos de la Díaz-Caneja presenta algunas novedades. Así, una de las acciones incorpora un poema del pintor a su espacio, y es que colocado a contrahuella en los peldaños de acceso desde el jardín, se podrá leer Amarillo. «Es la manera de enlazar el proyecto con la finalidad con la que nos constituimos como asociación», señala en secretario de la misma, Enrique Delgado.  

Por otra parte se amplían los espacios del proyecto y este llega a la biblioteca. En la plaza Mariano Timón se van a instalar cuatro poemas discursivos en los pilares exteriores del propio edificio. «Lo que queremos con ello es señalar que la biblioteca es uno de los principales instituciones divulgadoras de la poesía», subraya.

En esta edición se completará la intervención en la plaza de los juzgados con otros cinco poemas discursivos. Asimismo, se colocarán dos nuevos poemas visuales, uno de Santiago Font (Tuareg) en la fachada del número 19 de Ignacio Martínez de Azcoitia, y otro de Francisco Pino (Géneros) en la calle José Zorrilla. «Ese ámbito va a quedar con una gran concentración de obra poética, lo que facilita a su vez que los visitantes puedan tomar contacto con el proyecto», explica. Todas estas acciones están programadas el 27 de abril.

 También se editará un plano (como se hizo el año pasado) con la localización de todas las piezas para que se difunda a través de los hoteles, la oficina de turismo y la Díaz-Caneja  y los visitantes «puedan disfrutar de este proyecto». 

Otro elemento novedoso es la exposición que se inaugura hoy en la Casa Junco de poesía visual, para lo que la asociación se ha apoyado en la Cátedra Miguel Delibes de la UVa y la obra de Pablo del Barco que está depositada en el Ayuntamiento de Burgos, más el campus que presta la sala y la Fundación Villalar que contribuye a desarrollar el proyecto. La muestra reúne 60 obras de Del Barco y unas 120 de los fondos de la Cátedra de Miguel Delibes. «Va a ser un buen contacto del público con la poesía visual, que es un tema muy llamativo, muy interesante, que tiene muchos registros, y que concita interés aunque no sea más que por la mirada amable que te produce muchas de las imágenes visuales», comenta Delgado.

Una manzana para comérsela a versos es un proyecto de «largo recorrido»; la idea es «mantenerlo, buscar nuevos formatos». «Son 36 obras colocadas y para que haga una masa crítica probablemente haya que seguir insistiendo para que Palencia sea considerada el lugar de la poesía, que nos identifiquen de esa manera y que la gente que está enamorada de la poesía, que no es poca, acabe pasando por aquí».