El punto de partida de las diez pinturas que Alberto Reguera expone  hasta el 9 de mayo próximo es una obra de la colección permanente del Thyssen-Bornemisza madrileño, Claro de luna con un camino bordeando un canal, del pintor holandés Aert van der Neer (Ámsterdam, 1603-1677).

Mañana lunes, a las 11, se celebrará una rueda de prensa telemática, en la que Alberto Reguera y Guillermo Solana, director artístico del museo y comisario de la exposición, la presentarán oficialmente y quedará de ese modo inaugurada. Cuando cierre sus puertas en el espacio expositivo madrileño, la muestra viajará a Hong Kong. Será el próximo otoño cuando pueda verse en su University Museum and Art Gallery.

el paisaje celeste. Reguera ha realizado los diez lienzos expresamente para este homenaje a uno de los grandes pintores del siglo de oro holandés, cuyos paisajes confieren un protagonismo especial al cielo y a las nubes.

Entronca esa temática con la investigación que el pintor segoviano de ascendencia palentina lleva a cabo desde hace muchos años, en torno a la relación entre el espacio, la materia pictórica y la profundidad visual, una investigación que le ha ido llevando desde el plano al objeto pictórico y a la pintura expansiva, que libera formas y texturas del marco físico y formal.

También guarda una estrecha relación con el paisaje holandés la visión que tiene Reguera del entorno, al que accede y refleja desde la más pura abstracción poética.