La Unión de Consumidores de Palencia (UCE) ha analizado el coste de la vuelta al colegio en la enseñanza obligatoria para los dos tipos de centros escolares existentes en la provincia: públicos y concertados. Este año, el regreso a las aulas supondrá a las familias una media de 894 euros por hijo -9 euros más que el curso pasado- viéndose incrementado dicho desembolso por el gasto que deberán destinar las familias a la compra de mascarillas, suponiendo un gasto medio mensual extra de 29,40€ euros por hijo. Asimismo, algunas se vieron obligadas a adquirir equipos informáticos, por la digitalización de la enseñanza durante el confinamiento. Según el presidente de la UCE, Alberto Arzúa, «la mayor parte del gasto en material digital se produjo antes de verano».

Para hacer más livianos los gastos, la Junta convocó en febrero las ayudas del plan Releo plus -que tienen repercusión en este año escolar- por las que aquellos interesados pudieron solicitar una ayuda que les permitiera obtener los libros del curso. La finalidad, en paralelo, de este programa es la creación de bancos de libros de texto en centros públicos de Infantil, Primaria y Secundaria de la región. 

A pesar de esta línea de ayudas, la UCE ha constatado un mercado secundario de libros de segunda mano. Arzúa, afirma que «no es nada nuevo y surge de la necesidad de muchas  familias que, ahora mismo, necesitan salir del paso».

CONSEJOS. La Unión de Consumidores de Palencia aconseja no comprar todo el material escolar en el mismo establecimiento, «ya que puede haber variaciones en los precios de unos lugares a otros». Asimismo, la asociación recomienda «no dejarse llevar por los deseos del menor e inculcarle valores como la conservación de los útiles de trabajo».

En esta ocasión, los pequeños de la casa regresan a las aulas rodeados de la incertidumbre provocada por la Covid. A tenor de esto, Arzúa se hace eco «del miedo a lo desconocido, aunque las familias siguen confiando en las capacidades y el buen hacer del personal docente». Para mantener esta seguridad, se tomarán medidas de seguridad -como la separación entre pupitres de al menos 1, 5 metros, la señalización en los pasillos, ventilación de aulas, reducción del alumnado por clase o el refuerzo de la higiene en los aseos- que serán complicadas en la práctica.

Asimismo, a la inquietud de las familias se le une la digitalización, casi obligada, en casas y centros. Por otra parte, muchos habitantes de los pueblos se quejan de los problemas de conectividad a Internet en la zona rural», aseveró el Presidente de UCE. 

El propio Arzúa recalca la labor de centros como La Salle, entre otros, «que se han adaptado rápidamente a la era digital y a las complicadas circunstancias».

En definitiva, «se trata de un septiembre atípico que implica más gastos», según apunta el número uno de UCE, en el que familias y colegios se deben adaptar rápidamente a la nueva coyuntura, e implica un desembolso extra en mascarillas, así como la renovación de material informático para la ya presente era digital».