El PSOE de Castilla y León abrió ayer por primera vez la puerta a la posibilidad de participar en un pacto autonómico por la sanidad, aunque lo condicionó a que sea para «mejorarla y nunca» para convertir a los socialistas en «cómplices de los destrozos que el PP ha ocasionado a la sanidad pública». Por ello, los socialistas pidieron previamente la "paralización inmediata" del plan piloto de Aliste, la retirada del documento marco sobre la asistencia sanitaria en el medio rural, la reapertura de las guardias en Barruelo (Palencia) y de las urgencias de Gamonal (Burgos).  Así lo recoge una de las resoluciones aprobadas ayer en el Comité Autonómico del PSOE, donde los socialistas estimaron que el PP ha pretendido hasta ahora que la formación liderada por Luis Tudanca se siente a la mesa «como convidados de piedra» ya que «no ha demostrado intención alguna de sentarse a escuchar nuestras propuestas», recoge la resolución, informa Ical.

El PSOE recordó que Tudanca adquirió con los ciudadanos de Castilla y León el «compromiso» de defender la sanidad pública «de los ataques de la derecha», en especial en las zonas rurales, ante lo que el PSOE tiene que «honrar su palabra».   Por otro lado, reiteraron su defensa del mantenimiento de las consultas médicas regulares en los pueblos de la Comunidad «en los términos que establece la ley», por lo que advirtieron de que no permitirán «en ningún caso» el cierre «en diferido» de los consultorios locales. 

Igualmente, el Comité Autonómico aprobó otra propuesta de resolución, en este caso relacionada con el sector agrícola y ganadero, en la que el PSOE trasladó su apoyo a las movilizaciones que se están llevando a cabo en toda España, al tiempo que exigió a la Junta que asuma sus responsabilidades y colabore con el Gobierno central para dar solución a los problemas que están afectando al sector.

«Habrá un cambio en Castilla y León»

Durante su intervención en el acto socialista, el secretario regional del PSOE, Luis Tudanca, se mostró «convencido» de que se producirá un cambio político en la Comunidad y aseveró que están «dispuestos y preparados para asumirlo». Así, Tudanca insistió en que «la necesidad de cambio es cada vez mayor» ante la «inestabilidad» que están generando las derechas desde Madrid y que «no le viene nada bien a esta tierra». Según recalcó Tudanca, los socialistas se mantendrán «firmes» ante la rotura por parte del PP de «todos los consensos básicos en esta tierra» ante lo que el PSOE continúa trabajando porque «no necesitamos su confianza ni su permiso, porque tenemos la confianza de la gente que decidió que ganáramos las elecciones de forma amplia», añadió. El líder de los socialistas comprometió seguir trabajando por la Comunidad, ser «exigentes» y defender «la decencia de esta tierra» porque «una de las razones más poderosas para el cambio en Castilla y León era recuperar la decencia en nuestras instituciones»