El consejero delegado de Renault, Luca de Meo, ha destacado que las plantas españolas tienen un papel «central» en el sistema industrial de la compañía en todo el mundo, aunque ha señalado que la situación actual de crisis provocada por el coronavirus motivará que el grupo tenga que hacer «dieta» y poner en marcha en todo el mundo recortes adicionales a los anunciados el pasado mes de mayo.

En un encuentro mantenido con periodistas españoles, el consejero delegado de Renault, Luca de Meo, reconoció que el recorte del 20% anunciado en mayo no será suficiente para hacer frente a la crisis y la sobrecapacidad que ya tenía el grupo del rombo. Luca de Meo asegura que, dadas las dificultades que presenta el mercado, cuya recuperación no se prevé hasta 2022/2023, el plan de recortes de la marca «tendrá que ir a más» asumiendo decisiones «difíciles» ya que «toca hacer dieta». Pese a estas palabras, también expresó que no quiere «dar miedo a todo el mundo, porque necesitamos que la gente esté concentrada en su trabajo».

Respecto al futuro de las plantas de Valladolid y Villamuriel de Cerrato, el directivo de Renault afirma, como recoge Economía Digital, que «las fábricas de Valladolid y Palencia funcionan muy bien, pero es difícil de prever», de cualquier forma puso en valor la calidad de las factorías de nuestro país, señalando que «las plantas españolas de Renault están entre las más competitivas e importantes del grupo» y que nuestro país «es central en nuestra estrategia industrial».

«Intentamos ser lo más eficientes posible y librarnos de lo que no nos sirve. Tendremos que hacer dieta, eso seguro», subrayó el directivo, aunque recordó que las fábricas españolas funcionan «bien» y resaltó la necesidad de que los trabajadores sigan comprometidos con la calidad.

estrategia de la empresa. En este sentido, destacó que la estrategia de Renault para las factorías españolas pasa por fabricar en ellas los sucesores del Kadjar y del Captur, que contarán con versiones híbridas e híbridas enchufables, mientras que en Francia se concentrará la parte eléctrica pura, como el Mégane eléctrico.

De Meo explicó que la industria española del automóvil es una plataforma «muy competitiva y muy buena», con algunas de las mejores plantas del grupo Renault, aunque destacó la relevancia de que España se adapte a la transformación que está sufriendo el sector del automóvil. Bajo este prisma, la dirección de Renault presentó hoy a los representantes de los trabajadores el conjunto de medidas que considera necesarias para mejorar la competitividad y la flexibilidad de las plantas españolas. Las dio a conocer en el marco de una reunión en la que la dirección y la representación de los trabajadores constituyeron la comisión negociadora del nuevo convenio colectivo. Las prioridades de Renault pasan por reducción de costes salariales, aumento de la jornada anual y mejora de la flexibilidad, según informó la empresa del rombo. 

La comisión negociadora del nuevo convenio colectivo está formada por 13 miembros de la representación de los trabajadores (4 UGT, 4 CCOO, 2 CGT, 2 SCP y 1 TU) y por 13 miembros en representación de la dirección de la empresa automovilística.