Añoranza de su segunda familia cerrateña en el confinamiento

David del Olmo
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Laura Guadilla es un de las capitanas del CB Villamuriel sénior y segunda entrenadora del equipo cadete de Primera Autonómica

Añoranza de su segunda familia cerrateña en el confinamiento

Laura Guadilla, una de las capitanas del CB Villamuriel de la Primera femenina de baloncesto, poco a poco ha ido adaptándose al confinamiento en casa, aunque sigue echando de menos el contacto con sus compañeras de equipo y con las cadetes del club, en cuyo equipo de Primera Autonómica ejerce como segunda entrenadora.

«Ahora lo llevo mejor que al principio, ya adaptada a la situación. Al principio era raro, pasar de entrenar tres días a la semana a no tener contacto con la gente que ves tan a menudo... Con el tiempo te vas acostumbrando», reconoce la joven jugadora.

«Nuestro entrenador nos mandó ejercicios, un plan de trabajo, todo lo que se puede hacer en casa, para que no perdamos demasiado el estado físico», explica la palentina, que intenta «entrenar por las mañanas, que es cuando apetece más. Echo a mi familia del salón y entreno con mi hermana».

Sigue sus clases del Grado de Fisioterapia (en segundo curso) «de nueve a una, entreno de una a tres. Y por las tardes veo alguna serie con mi hermana, bailamos un poco, jugamos a algún juego de mesa, puzzles, salimos a aplaudir y a última hora alguna película y estudiar», su rutina diaria.

Eso sí, echa de menos «a mi equipo, mi gente, es como la otra familia. Porque con ellas paso muchísimo tiempo, entre entrenamientos, partidos y viajes. De verte todos los días, a no ver a ninguno, ni a mis compañeras ni a mis niñas, sí es un poco duro y raro», expresa. Aunque, «todos los días hablamos por el grupo, mandamos vídeos, hacemos retospara pasar el rato. Y con las cadetes, hacemos videollamadas donde las vemos entrenar y así es como que lo hacen todas juntas».

TEMPORADA. En su tercera temporada en el conjunto cerrateño (donde llegó desde el Filipenses), contaban con una plantilla «muy joven, con júniors de primer año y séniors de primero y segundo. Solo éramos dos veteranas, Olga que es la otra capitana y yo.Lo hemos intentado llevar lo mejor posible, compitiendo y sin bajar los brazos».

Y el cadete, «muy bien, muy contenta, justo empezábamos la segunda fase para luchar por el título autonómica y se ha parado. Pero las niñas están contentas y con ganas de volver a empezar».