El vicesecretario general de Política Territorial del Partido Popular, Antonio González Terol, aseguró ayer que su partido va a «proteger» la caza y los toros en Castilla y León al ser un eje «dinamizador de las economías locales de la España vaciada, pero también de la de las oportunidades».

Con motivo de su visita a Palencia, en el marco de la Ruta Territorial del Partido Popular, González Terol, recalcó que la caza y los toros «no se van a quitar debido a su gran importancia en el territorio, por lo que se van a defender». Tal es así que, el 80 por ciento de los ayuntamientos tiene aprovechamientos cinegéticos, además de los grandes ingresos que suponen para pequeños pueblos. «La caza mueve 6.500 millones de euros al año, con una carga laboral de 187.000 españoles», apuntó.

«Que le diga el Partido Socialista a los realeros, carniceros y todos aquellos que actúan en el mundo cinegético que lo que hay que hacer es acabar con la caza, para que luego les vendan un mensaje contra la despoblación en un acto en Castilla y León», denunció. Además, cargó contra el Gobierno de Sánchez, tras nombrar como vicepresidenta de lucha contra la despoblación a Teresa Ribera, quien «realizó declaraciones en contra de la caza y los toros», subrayó.

Por otra parte, el vicesecretario general de Política Territorial del PP lanzó un mensaje de «fortaleza y apoyo hacia los agricultores y ganaderos de Castilla y León, dado que el PP va a luchar para que este Gobierno tenga la mejor negociación posible en la Política Agraria Común (PAC) en Bruselas». González Terol habló de su «desconfianza» hacia la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, porque «cuando era directora general de Presupuestos de la Comisión Europea, aseguró que la cuantía de la PAC se tenía que ver recortada en un porcentaje superior al anunciado actualmente».

A pesar de ello, el Partido Popular «estará al lado del Ejecutivo para defender los intereses de España, al ser un partido con sentido de Estado». Una negociación agraria que debe pasar también por los acuerdos en los aranceles, «al ser un aspecto crítico para el precio de los productos». El problema es que España no hace otra cosa que «insultar» al país con el que debería de negociar, que no es otro que Estados Unidos. 

En vez de ello, afirmó que, «no se puede recibir a vicepresidentas de dictaduras, como la de Venezuela, en la sala vip del aeropuerto de Madrid, y luego ir a los Estados Unidos a negociar las políticas agrarias». «Sería mucho más justo alinearse con las democracias, más que con las dictaduras bolivarianas».

González Terol detalló que «para que en la Unión Europea consideren a España como un interlocutor válido, se deben cumplir las resoluciones europeas, entre las que está la prohibición de entrada de la vicepresidenta de la narcodictadura de Venezuela, a la que se recibió en suelo español», concluyó.