Las nuevas tecnologías, la inteligencia artificial o la gestión de datos son algunas de las columnas sobre las que se está asentando ya el desarrollo futuro del sector sanitario en nuestro país. Pilares que se han visto fortalecidos gracias a la innovación y a la investigación de una industria que se ha revelado indispensable durante esta crisis sanitaria. De hecho, para el presidente de la Fundación IDIS, Juan Abarca, «en cuatro meses hemos avanzado lo que no habíamos hecho en cinco años».

Así se puso de manifiesto durante la presentación del informe El futuro del sector de la salud que ha promovido la Fundación IDIS y que pretende ser «una guía para explorar estratégicamente los futuros emergentes en torno al concepto de la salud», de manera que recoge algunas de las tendencias que ya se están manifestando y que liderarán el cambio en el sector. No en vano, para Abarca, la principal diferencia entre la medicina actual y la de hace dos décadas es «la utilización del dato» para enriquecer la atención a los pacientes.

Para ello, abogó por una innovación que forme parte de la base estructural de todo el sistema sanitario, pero una innovación «responsable», tal y como demandó Margarita Alfonsel, secretaria general de Fenin, ya que es la que aporta valor y permitirá dar las respuestas necesarias a los grandes retos de la salud.

La innovación deberá ser una de las palancas que ayuden a la reconstrucción social y económica del país, con un apoyo claro en los fondos europeos para la reconstrucción que «deben promover la inversión y facilitar la financiación de la innovación pública y privada», apuntó Alfonsel.

En este sentido, coincidió el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, que mencionó la  necesidad de disponer de un tejido investigador público y privado, capaz de colaborar, y de dar soluciones en términos de salud, tratamientos o vacunas bajo una reflexión: «No hay economía sin salud, no hay salud sin medicamentos y no hay medicamentos sin investigación». Pero, como también se dijo en el marco de este foro, se hace necesario igualmente un tejido empresarial e industrial «potente» para poder satisfacer las necesidades de los ciudadanos.

Disrupción

El informe El futuro del sector de la salud ahonda en esa tendencia disruptiva en un ámbito que está transformando la salud hacia un modelo más «holístico» de la medicina y de la atención al paciente. Un concepto de salud que abarca a todas las facetas de la vida. El documento, disponible en la web de la Fundación, divide en ocho bloques esas tendencias que van mucho más allá de la teleasistencia o la cita virtual, y que pasan desde el hackeo del cuerpo para alcanzar un «paciente digital», hasta la absoluta personalización bajo la premisa de que «cada paciente es único».

La directora general de la Fundación IDIS, Marta Villanueva, se encargó de repasar estos bloques con ejemplos concretos de disrupción de la sanidad. En el caso de lo que denominó biohacking, expresó que «el cuerpo humano es el lienzo del futuro» y sobre él se pueden esbozar los nuevos desarrollos, desde seguimientos neuromodulares a la utilización de prótesis biónicas.

La «hiperpersonalización» del paciente será otra de las claves, según apunta este informe, con soluciones que van desde aplicaciones para mantener un seguimiento de una operación quirúrgica de un familiar, a poder tener los distintos medicamentos que requiere un paciente en una sola píldora.

«El futuro del sector de la salud ya está aquí», concluyó la directora general de la Fundación IDIS, incidiendo en que «lo que hay detrás de todo esto es el dato» y el algoritmo que es capaz de analizarlo y utilizarlo en beneficio de la salud. 

El objetivo, en definitiva es «hacer una sanidad mejor, más precisa, más fácil, más cómoda y más personalizada».