Partido Popular y PSOE rechazaron ayer por diversos motivos la fusión de municipios que defiende el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, de Ciudadanos, que se ha quedado solo en la defensa de esta medida para garantizar los servicios en el medio rural.
Precisamente, la secretaria autonómica de Organización del PSOE, Ana Sánchez, consideró que este planteamiento es para la Junta «la coartada» para dejar de prestar servicios en zonas rurales, por lo que pidió al Gobierno autonómico que «llame a las cosas por su nombre».
Sánchez también se refirió a que los pueblos «tienen motivos para estar muy preocupados», en especial después de que la consejera de Sanidad dijera en varias ocasiones que «estudiaría cerrar consultorios».
Sobre ello insistió el secretario autonómico del PSOE, Luis Tudanca, quien llamó la atención desde León «a la reflexión de la Junta; no puede seguir por ese camino. No estamos dispuestos y vamos a utilizar todos los medios a nuestro alcance para evitar que ataquen algo tan importante como nuestros municipios y no vamos a consentir ni un solo recorte en la sanidad rural de nuestros pueblos, ni uno solo».
Ana Sánchez advirtió que el PSOE se posicionará en contra «si la fusión de municipios para dejar de prestar servicios es su ordenación del territorio», declaró. «Utilizaremos todos los mecanismos parlamentarios en nuestra mano, a la sociedad civil le pediremos apoyo y van a tenernos enfrente para una ordenación que no compartimos», insistió, según informa Ical.
También el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, se mostró reacio a esta medida por considerar que produciría «cierto desarraigo» de muchas personas que residen en los núcleos rurales y que ven en su municipio «un cementerio donde están sus familiares, una escuela pequeña donde llevar a sus hijos o un escudo que representa desde hace años a muchas generaciones», y estimó que lo que hay que hacer es ser «más eficientes en el gasto».
Casado, que visitó ayer las zonas afectadas por las inundaciones en Las Navas del Marqués (Ávila), erigió a los populares como el partido «municipalista y de los pueblos», por lo que defendió que «la cuestión no es fusionar municipios» sino que ser «más eficientes». «De nada sirve fusionar municipios pequeños, que no tienen presupuesto y cuyos servicios básicos generalmente son prestados por la Diputación» porque «no se produciría ningún ahorro», dijo.
Equivocar el foco.
Otra de las voces que se alzó ayer en contra de la fusión de municipios fue la del director del Comisionado del Gobierno para el reto demográfico, Ignacio Molina, quien cree que sería «un error» porque supondría «poner el foco en aquello que no es el causante» del problema de la despoblación en la comunidad. En declaraciones a Radio Nacional de España (RNE), Molina incidió en que nada tienen que ver aspectos como la delimitación municipal con la prestación de servicios, por lo que esa medida supondría «poner el foco en aquel que no tiene la culpa» en lo que sería «un engaño».
Igualmente, recalcó que esa fusión para nada supondrá una mejor gestión de los servicios, ya que los datos y los análisis dicen «lo contrario», señaló. «Los estudios demográficos dicen que donde se hicieron fusiones de municipios, el municipio grande no ganó, y el resto perdieron más que los de características similares que no se habían fusionado», dijo.