Un adiós con la satisfacción del deber cumplido

Laura Burón
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Luis Domingo González aseguró en su despedida que ha dado la mejor versión de sí mismo, aunque en ocasiones «no haya estado a la altura»

Un adiós con la satisfacción del deber cumplido - Foto: Sara Muniosguren

El que hasta ayer fue delegado territorial de la Junta Palencia, Luis Domingo González, quiso despedirse de su cargo en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por varios de sus colaboradores.

Sus primeras palabras tras ocho años y casi dos meses en el cargo,  lo que le convierten en el delegado que más tiempo ha ostentado el puesto, fueron para decir que «ha sido un gran honor trabajar por esta provincia y por todos sus habitantes» y mostrar su gratitud a diferentes personas. Así, empezó por Juan Vicente Herrera, quien le designó para el cargo, por permitirle «cumplir un sueño». Continúo por sus colaboradores más cercanos, algunos de los cuales estaban presentes en la rueda de prensa, a quienes mostró su gratitud «por que de un modo ejemplar han sabido cubrir las carencias de este delegado o, al menos, disimularlas». Siguió dando las gracias a los 6.000 trabajadores de la Junta, a todos los colectivos con los que ha trabajado para «tener una Palencia más atractiva para vivir» y se refirió a todos los alcaldes de la provincia, a los que reconoció como «los que mantienen viva la llama en el medio rural», a los ciudadanos y a los medios de comunicación. 

«Todos me han enseñado mucho, proporcionándome una comprensión más amplia de la sociedad en la que vivimos», afirmó Domingo. Además, quiso dejar claro que aunque siempre fue «leal» a su Gobierno, Palencia «es y será lo primero, a pesar de que habré decepcionado a más de uno». En ese sentido, apuntó que «nunca he pretendido dar lecciones a nadie» y pidió perdón «por las ocasiones en las que no he sabido estar a la altura de lo que exige la responsabilidad del cargo».

Luis Domingo González reconoció que es un hombre «lleno de contradicciones» y que «he tratado de dar lo mejor de mi mismo, por lo que no puedo hacerme reproches porque me he exprimido».

Sobre su gestión al frente de la delegación territorial aseguró sentirse orgulloso de lo que «hemos conseguido», en referencia a que Palencia ocupa puestos top en servicios públicos y en que ha hecho lo posible por ofrecer las condiciones idóneas para la creación de empleo. Pero reconoció tener una espina clavada: no haber sido capaz de mejorar la proyección de Palencia fuera de nuestras fronteras. «Invito a los palentinos a que seamos inconformistas, a darnos la importancia que realmente tenemos y a sabernos querer», matizó.

Sobre su futuro, aseguró que el martes se incorporará como docente a la plantilla del colegio Tello Téllez de la capital, en una etapa que afronta con la misma pasión que la política, para añadir que su «patrimonio político estará al servicio del PP para cuando me necesite».