Sólo lleva una semana trabajando en Guardo y ya ha repartido mucha ilusión y alegría entre los asiduos a los sorteos de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE).

Eva María Baños, de 46 años y vecina de Saldaña, es una de las empleadas de la corporación de carácter social que nació el 13 de diciembre de 1938 para mejorar la calidad de vida de las personas ciegas, personas con resto visual y personas con discapacidad de toda España.

La mujer saldañesa lleva en la organización desde el pasado mes de noviembre, cuando la baja de uno de sus compañeros le dio la oportunidad de vender sus primeros cupones, boletos o rascas. Desde ese momento y hasta ahora, ha ido participando en su pueblo como vendedora también en enero y febrero, pero a sido el pasado miércoles, 13 de marzo, a causa nuevamente de una baja laboral, cuando la ONCE la destinó a la localidad norteña.

Sólo unos días después, la felicidad corre por sus venas a golpe de sonrisas y lagrimas de alegría en el quiosco situado en la confluencia del paseo del Ayuntamiento con la avenida Castilla y León. «Aún no me lo creo, estoy en una nube», apunta con la cara de una niña pequeña donde la vitalidad sonaba en cada palabra.

El motivo fue el sorteo Extra el Día del Padre, que comenzaba a las 21:25 horas del pasado martes, dispuesto a repartir una cantidad importante de dinero en todo el país.

El azar quiso que el número agraciado, el 22617, resultará elegido como primer premio, siendo la serie 28 la que conquistó los 17 millones de euros que se ponían en juego (que fueron a parar a Barcelona), pero con otros 99 boletos de 40.000 euros repartidos, de los que 10 de ellos fueron vendidos por Eva María en Guardo en los días anteriores al sorteo. «Por muy poco no han tocado aquí el especial», señala Baños, que apuntaba, asimismo, que ella había vendido desde la serie 30 a la 40, «y tocó la 28», agrega.

Como ella misma confirma, «han pasado dos ganadoras por la instalación; una chica de Mantinos y otra de una librería del pueblo», expone, no sin antes señalar que «lo normal es que los diez agraciados sean de Guardo, aunque vendí varios cupones el día de mercado, y esa jornada viene gente de muchos sitios».

La mujer, que trabajó como auxiliar de ayuda a domicilio durante años, tuvo que dejar ese empleo a causa de una enfermedad. «Estoy muy agradecida a la ONCE por haber confiado en mi desde el primer momento y por la oportunidad que me brinda la organización».

Con la sonrisa que la caracteriza, emite nuevas palabras de gratitud tanto para sus compañeros en la localidad minera; Aurora, Gonzalo, Dionisio, Juanjo y Pedro (al que sustituye y que la ha ayudado mucho), como para Germán, de Saldaña, «se trata de un gran apoyo para mi», subraya.

Eva María Baños está los martes y miércoles en el quiosco y los jueves, viernes y sábados enfrente del Supermercado La Plaza de Día. «Quiero dar las gracias a toda la gente de Guardo, que me ha acogido con los brazos abiertos».

El pueblo colapso ayer su puesto para dar la enhorabuena y comprar cupones en busca de una nueva alegría y un nuevo premio.

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