Por si nos cabía alguna duda, estamos en la reedición de la ‘Liga del menos torpe’, una continuación aún más pobre que la pasada entrega (la llamada ‘Liga del coronavirus’), conquistada por el Real Madrid en un ejercicio de victorias pírricas, ley del mínimo esfuerzo y juego mediocre... pero victoria constante. De aquí que su 0-1 en Valladolid fuese tan prosaico y, al mismo tiempo, tan satisfactorio. El cabezazo de Casemiro fue el bálsamo en un duelo de dos disparos a puerta contra el penúltimo de la tabla, con Courtois sacando hasta cinco pelotas antes de que besaran las redes y la idea de que un recién llegado a nuestra Liga sentiría cuando menos extrañeza al saber que ese equipo vulgar pero dueño de los tres puntos, puede ganar la Liga. 

Cinco de seis

Que Barça y Atlético no oculten a Cádiz y Levante. Es cierto:la caída del gigante es más espectacular que la ascensión del pequeño... pero para que lo primero suceda tiene que suceder obligatoriamente lo segundo. Dos modestos que han ‘robado’ cinco puntos a dos candidatos. En el caso de los Cádiz-Barça, Cervera volvió a entregar la pelota y esperar:81-19 de posesión para el Barça en el acumulado de ambos partidos. En el caso de los Levante-Atlético, jugados con apenas 72 horas de diferencia, circunstancias similares. «Igual no es el fútbol que más nos gusta, pero sabemos que es la única forma», dijo Cervera. Y funciona. El Barça lleva ocho partidos consecutivos encajando algún gol;el Atlético, máquina de defender hasta anteayer, siete, la peor racha con Simeone. 

Cerrar partidos

Marcar el segundo (y el tercero, y el cuarto...) es la clave del ‘sesteo’, esos minutos en los que los equipos grandes suelen, o solían, descansar en pleno partido. Que el Barça se te ponga por delante en el marcador no significa absolutamente nada, y de ahí nacen muchos de los males del equipo. Lo mismo el 1-0 del PSGse convierte en el 1-4 que el 1-0 del Cádiz (y posesión, y ocasiones, etcétera) se convierte en nervios, imprecisiones... y el 1-1 final.