Madrid recupera un Retiro diezmado por Filomena

Juan Vargas (EFE)
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El histórico parque reabre 70 hectáreas de su espacio para recreo y disfrute de todos los ciudadanos tras reparar los destrozos causados por el temporal de nieve de principios de enero

Madrid recupera un Retiro diezmado por Filomena - Foto: Emilio Naranjo

Mes y medio después de la borrasca Filomena, que obligó a cerrar todos los parques de Madrid, la capital recupera poco a poco uno de sus pulmones más emblemáticos, el Retiro, que ayer abrió de nuevo sus puertas aunque solo de forma parcial.

Setenta hectáreas, el 60 por ciento de la superficie del parque, son las que desde este lunes pueden recorrerse de nuevo, incluyendo 12 de sus 17 accesos, y los vecinos las han aprovechado prácticamente desde el primer momento para pasear, jugar, hacer deporte o simplemente cruzar de un lado a otro del recinto evitando rodearlo.

«Hombre, es que esto es recuperar la rutina. Yo suelo venir todas las mañanas al Retiro y lo he echado de menos, la verdad», cuenta Alicia, que bastón en mano ha sido de las primeras en acercarse al histórico parque, que sigue la estela de otros que ya han reabierto parcialmente en la ciudad.

Madrid recupera un Retiro diezmado por FilomenaMadrid recupera un Retiro diezmado por Filomena - Foto: Óscar CañasPoco han importado las nubes que amenazaban lluvia y el hecho de tratarse de una jornada laborable, aunque al ser día festivo en el ámbito docente han sido muchos los padres que han traído a sus niños al parque, que en las zonas abiertas al público también tiene habilitadas las áreas infantiles.

Era el caso de Iftaj, que solía acudir por las tardes al Retiro con sus dos hijos y este lunes lo ha hecho por la mañana: «Se ha notado mucho el cierre, hace falta, es que Madrid sin el parque... Por aquí tampoco tienes muchos sitios donde puedas ir», declara.

A todos ellos les ha precedido el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, quien acudió a presidir la reinauguración del parque, donde alrededor de 12.000 de un total de 17.000 árboles resultaron dañados por el temporal Filomena.

 

En buen estado

Con el jardín del Parterre, la puerta de Felipe IV y el Casón del Buen Retiro a su espalda, Almeida hizo un llamamiento a disfrutar del Retiro «con seguridad y con cuidado», y subrayó que entrar en las zonas restringidas entraña «un riesgo para la seguridad de las personas», ya que no puede garantizarse «que no se puedan producir accidentes».

Madrid recupera un Retiro diezmado por FilomenaMadrid recupera un Retiro diezmado por Filomena - Foto: Emilio NaranjoY es que hoy por hoy y más allá de algún montón de ramas rotas sin retirar y el ocasional tocón que atestigua la ausencia sobrevenida de un árbol, el impacto de la nevada permanece relativamente oculto a la vista, dado que las zonas más afectadas son precisamente las que siguen cerradas.

El Campo Grande, la Rosaleda o los jardines de Isabel II son algunas de esas áreas, en las que se concentraba la mayoría de los 1.000 árboles que sufrieron perjuicios hasta el punto de resultar irrecuperables.

«La nevada no se nota mucho, excepto por los residuos que hay de los árboles cortados. Es muy difícil darse cuenta, en un parque de este tipo, si hay más o menos vegetación», comenta Juan Antón mientras daba un paseo alrededor del estanque.

Tampoco han advertido muchos cambios Javier y Cristina, que mientras pasean a su perra han encontrado el recinto «bastante adecentado» y sin excesivos daños.

La reapertura del histórico jardín no solo ha insuflado oxígeno a los vecinos, sino también a las pequeñas economías que subsisten gracias a los visitantes, como kioskos de hostelería y vendedores y artistas ambulantes, ya de vuelta a sus ubicaciones habituales.

También han vuelto a colorear el parque las mallas y zapatillas de running, de la mano de corredores como Marcos, que celebra recuperar su ruta habitual.

«Se nota y se agradece, no tiene nada que ver venir al parque con ir por las aceras, además estos días había mucha gente», comenta.

Para recorrer al completo el parque aún habrá que esperar hasta el 1 de abril, casi tres meses desde la nevada.

Hay voces críticas como la de Iftaj, quien opina que «el proceso está siendo lento» y que la reapertura podría haberse acometido antes «con un proyecto más potente».

Pero la mayoría de vecinos se muestran comprensivos ante la demora. «Son árboles muy antiguos, y la seguridad de los ciudadanos es lo más importante. Mejor cuanto más estudien y más vean el estado de los mismos, y luego no tengamos una desgracia o un accidente», indica Cristina.

«Si tiene que estar un mes más cerrado pues estará un mes, y no pasa nada, no se pueden hacer batallas de cosas que no hay por qué hacerlas», esgrime Juan Antón.