En las entrañas de la mina

A. Benito
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El Centro de Interpretación de la Minería y la Mina Visitable de Barruelo cumplen veinte años dando a conocer el pasado minero de la comarca

En las entrañas de la mina

Un 13 de abril de 1999 abrían sus puertas al público el Centro de Interpretación de la Minería (CIM) y la Mina Visitable de Barruelo, dos espacios que, casi tres décadas después de que el carbón dejase de sustentar la economía de la localidad, lograban que el negro mineral volviera a centrar las expectativas de sus habitantes bajo un nuevo prisma: el del turismo. Dos recursos que hace unos días cumplían su veinte aniversario y que aún hoy siguen siendo foco de atracción para cientos de turistas.

"La firma de un convenio de colaboración entre la Consejería de Industria, Comercio y Turismo de la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Barruelo, el 29 de agosto de 1997, incluido dentro de los fondos comunitarios Rechar II, hizo posible su construcción", señalaba Fernando Cuevas, guía del CIM, en un artículo que publicaba la revista Naturaleza Aragonesa hace ya algunos años.

Así, y gracias a una inversión de algo más de 2,5 millones de euros, el municipio minero restauraba las antiguas escuelas municipales y la casa de los sindicatos para instalar en ellas la sede del museo minero, el Centro de Turismo Rural, una cafetería-restaurante y un centro de cultura para uso municipal. 

En las entrañas de la minaEn las entrañas de la minaEl espacio se convertía así en un museo dividido en tres plantas con nueve salas dedicadas al mundo del carbón en las que ordenadores táctiles, montajes interactivos, paneles, vídeos y maquetas ayudan, aún hoy, al visitante a adentrarse en las entrañas de un trabajo que durante décadas fue la fuente de riqueza más importante de Barruelo. Un recorrido por la geología y la historia del negro mineral, pero también por la vida del minero, de su familia y de un pueblo que vivió épocas de auténtico esplendor. 

De nueva planta y a las afueras del pueblo se construía de manera simultánea una reproducción de una mina de montaña que es la que actualmente completa la visita por el CIM. Un lugar en el que el turista toma plena conciencia de lo que es el trabajo minero y de la labor que cada empleado desempeñaba en el interior de una explotación, desde los barrenistas a los entibadores, pasando por los camineros o los picadores.

Además de divulgar los numerosos oficios relacionados con las minas del carbón, el espacio permite a quienes lo visitan sujetar algunas de las herramientas utilizadas por los empleados, bajar por las rampas o ver de cerca un pozo maestro, todo con el objetivo de que cualquier persona llegue a sentir la dureza y la gran peligrosidad del trabajo minero.

En las entrañas de la minaEn las entrañas de la minaTodos estos ingredientes son los que han hecho que el Centro de Interpretación de la Minería y la Mina Visitable de Barruelo hayan recibido cientos de visitas a lo largo de los últimos años. De hecho, los datos facilitados por Óliver del Nozal, otro de los guías, desvelan que desde el año 2003 hasta finales de 2018 han sido 149.904 las personas que han pasado por ambos espacios. Grupos organizados, familias, colegios, parejas, personas individuales... No existe un perfil concreto de visitantes, pero lo cierto es que ambos espacios son uno de los principales reclamos turísticos de Barruelo. 

De lo que tampoco cabe duda es de que veinte años no se cumplen todos los días y de que cualquier logro requiere de mucho esfuerzo y dedicación. Por eso el CIM, que cuenta con el apoyo de Junta y Diputación, ha ejecutado en los últimos años numerosas mejoras, ha colaborado en múltiples iniciativas y encara el futuro con optimismo y la firme intención de seguir siendo una alternativa de ocio en la Montaña Palentina, así como un lugar en el que dar a conocer el pasado minero de la comarca. 

 

FOTOGRAFÍAS: CIM BARRUELO