Ya lo dice el refranero popular: «No hay mal que por bien no venga». Y, una vez más, acertó. Cervera amaneció con la amenaza de lluvia sobre la localidad y la mañana resultó ser una auténtica explosión de agua, hasta tal punto, que la Feria de Artesanía y Productos Agroalimentarios de Cervera, una de las más populares y concurridas de la provincia, tuvo que esperar unas horas para poder mostrar a vecinos y visitantes la programación preparada. Como el sol tardó en salir, cientos de personas decidieron que esta cita era, sin duda, la mejor opción para pasar la tarde del sábado y los cerca de ochenta puestos estuvieron muy concurridos y animados hasta altas horas.

Esta cita, que cumple veintiséis años, se completó con la XVII Feria del Libro, por lo que el parque del Plantío fue un ir y venir de gente durante toda la tarde. «Este evento se ha convertido en todo un icono en la localidad y la comarca, pues el visitante siempre se sorprende», destacó el alcalde de la localidad, Jorge Ibáñez.

De esta manera, en la feria se pudieron conocer los trabajos de oficios tradicionales, así como instrumentos musicales antiguos o alimentos de la comarca. «Es una buena manera de saborear las raíces de antaño, además de servir como escaparate para vender al exterior lo maravilloso que tiene esta comarca y conocer lo que nos puedan ofrecer de otras, pues además de los artesanos locales se dan cita de otros puntos de comunidades vecinas», señaló el regidor.