Paciencia y generosidad. Eso es lo que se pide desde la Gerencia del Complejo Hospitalario de Palencia ante la implantación del tercer turno de diálisis, ya que las primeras semanas de adaptación a la nueva forma de trabajar conllevan algunas variaciones. «Todo cambio implica modificaciones que afectan a las partes implicadas y debemos ser un poco benévolos, más cuando se trata de cuestiones de salud», destaca el director gerente del complejo, Felipe Mielgo.

Los cambios afectan a cuestiones organizativas, esto es, de personal y horarios, aunque en todo momento dejan claro que la asistencia y las condiciones de la prestación del servicio no cambian en absolutamente nada. «En este tiempo inicial se debe agrupar a los pacientes que se desplazan desde zonas más alejadas y ajustar sus horarios y puede que alguno tenga que llegar una hora antes respecto a su horario habitual, pero eso supondrá ayudar a que otros enfermos no tengan que desplazarse a Valladolid, con lo que eso supone», argumenta Felipe Mielgo.

La llegada de este tercer turno contempla la ampliación del horario del servicio en dos horas, pues antes se trabajaba en dos turnos entre las 8 y las 22 horas, tiempo que ahora se incrementa hasta las 24 horas. De esta manera, los pacientes que se tenían que desplazar a Valladolid para recibir sus tratamientos en otro centro sanitario, una vez que se había superado la demanda de la capacidad de la unidad de Palencia, podrán ir incorporándose progresivamente al centro capitalino. En estos momentos son 21 las personas de la provincia que reciben diálisis en un centro vallisoletano y la intención es que en los próximos meses todas puedan acoplarse a la unidad del Complejo Hospitalario de Palencia. Por el momento son cuatro los pacientes que se han incorporado ya a este tercer turno.

«Un cambio de estas características implica unas modificaciones en muchos aspectos, pues hay que ajustar la labor de distintas áreas, desde sanitarios y transportistas, hasta profesionales de lavandería o seguridad», explica Mielgo.

De ahí que para cubrir esas dos horas se haya pedido «un esfuerzo» a los profesionales, pues «contratar a alguien que tiene que formarse para cubrir esas dos horas sería absurdo». A cambio, los trabajadores verán compensado ese tiempo con las correspondientes jornadas de descanso.

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