Djokovic sigue imparable

EFE
-

El 'número uno' del ranking ATP se impone a Fucsovics por 6-3, 6-4 y 6-4. El serbio solo ha cedido un set en lo que va de torneo en Wimbledon. Federer se despide de Wimbledon tras perder por tres sets a cero por primera vez en su carrera

Djokovic sigue imparable - Foto: NEIL HALL

El serbio consiguió su cuarta victoria sin ceder un solo set para meterse en las semifinales de Wimbledon por décima vez en su carrera, tras derrotar al húngaro Marton Fucsovics por 6-3, 6-4 y 6-4.

El de Belgrado no entrega un parcial desde su debut en primera ronda y encadena cuatro encuentros impecables, aumentando cada vez más el nivel y dejando plasmada su superioridad en la hierba del All England Club.

Ante Fucsovics, un novato en este tramo, dejó patente su capacidad para aumentar el ritmo en los momentos necesarios. Parece tener un botón que le permite acelerar cuando sabe que es el momento de dar un hachazo al encuentro. Lo hizo al comienzo de partido, con un inicio fulgurante en el que dispuso de dos pelotas para marcarle un 'rosco' a su rival.

El húngaro estaba perdido por la pista, sobrepasado por la situación y cerca estuvo de llevarse un regalo en forma de seis cero. Pero le fue cogiendo el pulso al encuentro y salvó dos pelotas de 6-1 y una de 6-2 para terminar maquillando el arranque por 6-3.

Esos fueron los mejores momentos de tenis de Fucsovics, número 48 del mundo y verdugo de Andrey Rublev. La inercia le valió para llegar al 4-4 en el segundo set, con un juego sólido y ante un Djokovic que se trastabilleó un par de veces en la hierba, pero siempre con la sensación de que cuando quisiera tomaría ventaja de nuevo.

En cuanto se acercó el ocaso del set, el número uno del mundo hincó el diente. Rompió, cerró el set y se puso 2-0 arriba, desventaja imposible de salvar para casi nadie ante el serbio.

Y es que no permite giros de guion. Ni relajaciones. Salió al tercer set confiado en finiquitar pronto a Fucsovics, enredado con sus primeros saques y sufriendo para llegar a porcentajes cercanos al 60 %. La maquinaria Djokovic le pasó por encima y el húngaro solo pudo felicitarle y dejar pasar al siguiente.

El serbio asusta. Y mucho. No da la sensación de que nadie vaya a pararle en su camino al sexto Wimbledon y vigésimo Grand Slam. La siguiente parada será Karen Khachanov o Denis Shapovalov. ¿Otro trámite?

 

Federer, irreconocible

Por su parte, Roger Federer se despidió de Wimbledon, puede que por última vez. En uno de sus peores partidos desde que volvió de la lesión, el suizo sucumbió ante el polaco Hubert Hurkacz (6-3, 7-6 (4) y 6-0), en su primera derrota en tres sets en el All England Club en 19 años.

Para remontarse a la última vez que el helvético se fue del torneo sin ganar al menos un set hay que irse a 2002, cuando perdió contra Mario Ancic. Ese era un Federer que aún no había levantado ningún Grand Slam. Con la derrota de este miércoles puede dejar cerrada su cuenta en 20 y permitir que tanto Rafael Nadal como Novak Djokovic le sobrepasen en la histórica clasificación que define al mejor de la historia.

Fue un partido terrible para el de Basilea, inmerso en una nube de errores no forzados (30) que le hicieron ir siempre a remolque de su rival, un cañonero que ya sabe lo que es triunfar en el Masters 1.000 de Miami y que sabía lo que era enfrentarse a Federer. Pero cuando cedió en Indian Wells 2019 aún estaba tierno, todo lo contrario que este miércoles, ante una central enfervorecida por jugar su segundo ídolo, solo detrás de Andy Murray.

La pista central, a reventar con el 100 % de aforo, presenció la capitulación de Federer, tras un primer set malo, un desempate peor, coronado con un horrible resbalón en la red, y un tercer parcial lúgubre. Federer se fue de Wimbledon con el quinto 6-0 de su carrera en contra. El primero desde la final de Roland Garros 2008, el primero en hierba desde Queen's 1999.

Una despedida terrible para el ganador de ocho Wimbledon, que se marcha a un mes y un día de cumplir los 40 años y como el tenista de más edad en alcanzar unos cuartos de final.

La central le terminó pidiendo a gritos "un año más".