Jordi Ferrer, el fichaje de invierno del Palencia Cristo Atlético, acudía en la tarde de ayer a La Balastera para ser presentado en sociedad y aprovechar para visitar el que será su campo de juego hasta final de temporada.

Veinteañero zaragozano, salió de su tierra natal al cumplir la mayoría de edad, para jugar dos cursos en el Numancia (20 goles en División de Honor, 17 en Tercera), antes de recalar en el Guijuelo, que ha servido de puente para su llegada al equipo entrenado por Rubén Gala.

Llega a Palencia porque la oferta del club le pareció «ambiciosa. Chuchi me ha mostrado mucho interés y ojalá se lo pueda devolver con goles. Soy consciente de que el club ha hecho una apuesta importante por mí, que ha hecho un esfuerzo, lo que me motiva para intentar meternos en play-off, que es el objetivo». De su nuevo equipo sabe que «es un equipo muy rocoso, que en defensa está llevando muy bien los partidos sin encajar muchos goles. Carece de gol, por lo que estoy aquí, espero poder dárselos y que sirvan para que nos den muchos puntos».

MOVILIDAD y gol. Se trata, en sus propias palabras, de un delantero con «mucha movilidad, sobre todo al espacio a la espalda. Eso y gol, soy un delantero al que le gusta jugar en el área. Diría que rematador, pero es que también soy capaz de asociarme y de dar asistencias».

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