Fijo hora para resolver asuntos con Eduardo Bueno, el abogado. En punto, estamos sentados uno frente a otro, los dos mirando con el corazón en la misma dirección, como dice Saint-Exupéry. Para romper el diálogo y tratar el tema profesional, me dice que le duelen las manos por cargar en la estación con las maletas de su hija, quien se acaba de despedir y parece que no va a volver a casa, por el exceso de equipaje que llevaba. Se ha ido a la Escuela de Prácticas Judiciales. 
Ha sacado judicaturas, pero su padre, austero castellano, parece no darle importancia, aunque no levanta la mirada mientras habla de sus niñas. No quiere que aprecie su momento más sensible. Es tal el cariz que toma la conversación que los dos nos emocionamos, él al sentir lo que dice y yo al verle. No manifestamos el nudo. Yo siento todo lo que pase a Eduardo. Ahora, lo mejor. 
Luego me entero de que su hija es la juez más joven de España. Nunca ha estudiado menos de ocho horas y muchos días dieciséis en lo más duro de su preparación.
Sigo hablando y coincidimos en que hay que dar ejemplo para que los hijos se esfuercen.
Le narro cómo estudiaba Huesca, cuando preparaba oposiciones en casa de su abuela. Ésta ni se movía para no distraerle con el menor ruido.
Me recordaba a mi abuela que para que aprendiera a dibujar pasaba horas posando sin moverse, en posturas muchas veces incómodas, aunque yo la fuese comentando: te estoy construyendo la boca y le diera la posibilidad de cerrar los ojos; es la simbiosis del pintor y la modelo. Cuando terminaba la obra me corregía, incluso deshaciendo mis líneas para ayudarme a ver.  
El matrimonio ha sabido conducir al trabajo a sus hijas con lo más importante, el ejemplo, y ellas han puesto todo el esfuerzo necesario para culminar con éxito el trabajo. Es cierto que con buen ejemplo y sin brega la batalla no se gana.
Pero es común defecto en la sociedad actual el que los padres caminen inmersos en la rutina sin apreciar sus efectos familiares. Su acción se desliga de sus hijos y el sudor del padre no les alcanza. 
Ahora la juez más joven de España nos da ejemplo. Mi mayor enhorabuena.