El Ministerio del Interior publicó recientemente los datos de criminalidad correspondientes al tercer trimestre del año, marcados, sin ningún género de dudas, por la incidencia de la pandemia del coronavirus y que tuvo su punto culminante con la declaración del primer estado de alarma el 14 de marzo y el segundo el 26 de octubre.
Según estos datos, la criminalidad descendió en la provincia entre enero y septiembre un 10,7 por ciento en este período si los datos se comparan con el mismo periodo del año pasado, un porcentaje que se incrementa en la capital hasta el 11,7 por ciento de descenso, según los datos aportados. Concretamente, en la provincia se registraron 2.803 acciones delictivas de las que 1.347 tuvieron lugar en la capital frente a las 3.138 de un año antes (1.525 en la capital).
Pese a que la incidencia de la pandemia, que conllevó inicialmente un confinamiento general de la población, hay algunos parámetros que preocupan por su alta incidencia como son los delitos relacionados con la sustracción de automóviles, los delitos sexuales y el tráfico de drogas. Con 29 casos declarados (23 en la capital), el índice de robos de automóviles ascendió un 11,5 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado (26 de los que 16 se registraron en la capital). Pero si el aumento en esta materia fue importante, el tráfico de estupefacientes se elevó también hasta el 21,2 por ciento al contabilizarse otros 40 expedientes (13 de ellos en la capital), frente a los 33 detectados el año pasado en el mismo período de tiempo analizado (11 en la capital).
Por lo demás, los datos que ofrece el Ministerio del Interior a través de su Portal Estadístico de Criminalidad reflejan dos hechos delictivos de enorme magnitud: un homicidio o asesinato dos violaciones consumadas, ambas en la capital.
Por lo demás, los delitos contra la libertad sexual también se incrementaron un 10 por ciento con respecto a los primeros nueve meses de 2019, con 22 casos declarados (14 en la capital, incluidas las citadas violaciones), frente a los 20 casos del pasado año. Asimismo, los robos con violencia e intimidación bajaron en la provincia un 25 por ciento (21 en el primer semestre frente a los 28 de un año antes) y el mismo porcentaje en la capital (de 24 pasaron a 18). Además, entre enero y septiembre se produjeron 64 robos en domicilios de la provincia (17 de ellos en la capital), lo que supone un 17,9 por ciento menos que entre enero y septiembre de 2019 cuando se registraron 78 casos (38 en la capital). Lo mismo ocurrió con los hurtos al disminuir en los primeros nueve meses del año un 43,9% con 373 casos declarados (205 en la capital) frente a los 665 registrados en el mismo periodo del año anterior (402 en la capital).
A nivel regional. Castilla y León contabiliza en los tres primeros trimestres del año un total de 15 asesinatos, más del doble que en todo el 2019 cuando se registraron en la Comunidad siete, según el informe de la Secretaría de Estado del Ministerio del Interior correspondiente al tercer trimestre año. Este incremento contrasta con la caída del 6,8 por ciento en el conjunto del país, con 232 asesinatos.
En conjunto, las infracciones penales registradas en Castilla y León descendieron un 16,1 por ciento entre enero y septiembre, hasta las 47.474, mientras que la media nacional anotó una caída del 20,2 por ciento, hasta 1,3 millones. En la Comunidad cayeron todos los tipos penales a excepción de los asesinatos y del tráfico de drogas, que experimentó una subida del 9,8 por ciento, hasta las 370 infracciones. En el conjunto de España la caída del 0,2 por ciento en la media nacional. Por el contrario, los hurtos se redujeron hasta septiembre un 40,5 por ciento (8.392), los robos con fuerza en domicilio y establecimientos un 28,3 por ciento (2.526), las sustracciones de vehículos un 25,8 por ciento (310), los delitos contra la libertad sexual un 23,8 por ciento (294), y los delitos de lesiones un 23,8 por ciento (294).