“Estamos unidos en la acción, pero no en la inacción” y desde “la máxima lealtad al Ministerio” la Junta de Castilla y León apoyará “todas las acciones”, pero “no la lentitud” para enfrentarse a una tercera ola del COVID-19 que si algo ha demostrado es su velocidad “vertiginosa” de aumento de los contagios, que obliga a ser “muy ágiles” y a tomar nuevas medidas restrictivas.
Así se tajante se pronunció hoy la consejera de Sanidad, Verónica Casado, en su comparecencia semanal para informar sobre la situación epidemiológica por el COVID-19 en Castilla y León, en la que dio las gracias a todos los ciudadanos que están cumpliendo con el toque de queda implantando en la Comunidad, a partir de las 20 horas, para evitar nuevos infectados. "No es una decisión gratuita”, sino que busca rebajar las cifras de muertos y seguir luchando contra un virus cuya tasa de letalidad alcanza ya en la autonomía el 3,4 por ciento, un 3,5 por ciento en España, según los datos del Ministerio de Sanidad.
“Esto indica que si tenemos 1.000 infectados van a fallecer 35 personas”, con el riesgo que implica también un colapso del sistema sanitario, que tiene que trabajar también para atender la patología no COVID.
Con estos datos, la consejera de Sanidad volvió a defender los argumentos de Castilla y León para atajar la pandemia, con los que acudirá a la reunión de mañana miércoles del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, y que pasan por contar con criterios uniformes, porque lo contrario “genera desasosiego”, y también por el demandado adelanto del toque de queda y la herramienta jurídica para decretar un confinamiento domiciliario. “Somos un sólo país con 17 comunidades autónomas que tienen que trabajar de forma coordinada”.
Eso sí, la consejera precisó, que en estos momentos el confinamiento no se aplicaría a toda la Comunidad, pero sí en algunas provincias con un descontrol de las tasas de incidencia, y que el cómo y dónde sería algo que se debe discutir entre todos los territorios. “Pedimos medidas comunes, cogobernaza de verdad, con mayúsculas”, planificar acciones para “torcer la pared”, dijo, para añadir que hoy mismo ha hablado con un alcalde, cuyo nombre no quiso desvelar, al que le indicó que de haber tenido la herramienta, confinaría su ciudad.
En este sentido, preguntada por la posibilidad de aplicar confinamiento perimetrales en aquellos municipios con alta incidencia, como ya ocurrió durante el verano y en otoño, descartó esta fórmula, puestos que se ha demostrado que el ritmo de contagios cae de manera muy lenta y no es la más efectiva para frenarlos. “Si no se restringe la actividad y la movilidad, el contagio sigue aumentado”, insistió.
La consejera explicó que Castilla y León decidió adelantar el toque de queda a las 20 horas, después de que este asunto se tratara, a petición de cinco autonomías, en la anterior reunión del Consejo Territorial, donde no se propuso ningún análisis, ni ningún grupo de trabajo en este sentido. En todo caso, confió en que mañana se logre esa “unidad de acción”, después de que varias autonomías se estén pronunciando en este sentido.
También, sobre las críticas surgidas y la forma de comunicar la decisión, dijo que se transmitió una vez que los servicios jurídicos de la Junta se pronunciaron sobre la posibilidad de aplicar la medida, y que los grupos y el Ministerio, así como la Delegación del Gobierno, la conocieron de primera mano.
Confianza en la Justicia
Por lo que respecta al recurso de la Abogacía del Estado con la petición de medidas cautelares contra la decisión del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañeco, de adelantar en toque de queda, Casado expresó que confía en la Justicia, y valoró que al ser medidas cautelares la Administración autonómica pueda exponer su razones para adoptar la media que pasan por “salvar vidas”.
Por último, sobre el hecho de que los supermercados continúen abiertos a partir de las 20 horas, cuando está restringida la movilidad, la consejera pidió a la población que adelante sus compras y que sólo acudan si realmente es urgente.