La Plataforma Pisoraca y Comarcas Vivas dio ayer un paso más en sus reivindicaciones contra la instalación en la zona del Boedo-Ojeda de catorce macrogranjas porcinas de la mano de la empresa Decamed Trading. Y es que si hasta ahora habían recogido firmas de forma física en varias localidades, liderado una exitosa campaña en la plataforma Change.org e instalado mesas informativas, ayer se desplazaron hasta Valladolid para concentrarse frente a las puertas regionales y mostrar así su repulsa, no solo al proyecto, sino también para mostrar nuestra disconformidad con el decreto que suprime la licencia medioambiental que debe solicitar cualquier empresa a la hora de iniciar su actividad y que deben conceder los ayuntamientos.
Su principal caballo de batalla son los efectos «devastadores» que este tipo de iniciativas empresariales causan sobre los territorios en los que se asientan. El primero tiene que ver con el empleo y la falta de oportunidades en el medio rural, pues como señaló el portavoz de la plataforma, Pedro Gutiérrez, «las granjas destruirán más puestos de trabajo de los que va a generar».
En este sentido, el colectivo ha contabilizado que se podrían crear entre todas las granjas «unos veinte puestos de trabajo, pero será una auténtica ruina para los pueblos de la zona, porque es imposible vivir así, como ya se ha demostrado en varias comarcas de Segovia, Cuenca, Murcia o Lérida».
Pisoraca: «Las granjas destruyen más empleo del que genera»Por lo demás, la concentración se desarrolló dentro de la más absoluta normalidad, con unos sesenta asistentes, según los organizadores, provistos de vuvucelas y pancartas en los que se podían leer lemas tales como Stop macrogranjas, Por la sostenibilidad y el futuro de la comarca o Despoblación, cerdos+contaminación=mierda.
Aún así, Gutiérrez aseguró que les han «ignorado» por completo, pues el cambio de normativa salió adelante con el los votos de PP, Cs y Vox. «Solo se acercaron los procuradores de Podemos, pero nosotros cumplimos con nuestro trabajo, que es demostrar a la clase política que la gente no se va a estar de brazos cruzados y va a pelear por su tierra».
Finalmente, desde Pisoraca y Comarcas Vivas se mostraron convencido de que el Tribunal Superior de Justicia tumbará la nueva normativa. El problema ahora radica, según expresó, «qué va a pasar hasta que eso suceda».