La gravísima cornada que sufrió el pasado 12 de octubre en Madrid le ha permitido vivir el parón taurino por la pandemia de una forma distinta al resto de toreros 
Fue un duro golpe, pues estaba sometiéndome a dobles y triples sesiones de rehabilitación y fisioterapia para tratar de llegar a la fecha que me había marcado para mi reaparición, que era la del 15 de mayo en Madrid. Pero con el tiempo lo he ido asimilando y pienso que ha sido lo mejor que me ha podido pasar ya que todo iba a ser demasiado precipitado.

Un gravísimo percance que le obligará en breve a pasar de nuevo por el quirófano 
Así es. A mediados de septiembre volveré a ser intervenido de un bulto, un linfocele, que me salió en el muslo tras recibir el alta. Hace unos días me hicieron un escáner y los médicos han pensado que lo mejor es operarlo.  

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