Un agricultor de Fuentes de Nava, primer caso de tularemia

ALBERTO ABASCAL
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La provincia registró en el año 1997 un total de 151 pacientes, mientras que una década antes la cifra alcanzó los 278 · En 2014 el número de pacientes tratados fue de 88, según las cifras oficiales

Un agricultor de Fuentes de Nava, primer caso de tularemia

Un agricultor de Fuentes de Nava se ha convertido en el primer caso declarado de tularemia en la provincia después de dar resultado positivo en los análisis clínicos realizados, según confirmaron a Diario Palentino fuentes de la organización agraria Asaja, que no duda en achacar esta enfermedad a la multitud de topillos muertos que se agolpan en las acequias y sistemas de riego.

La tularemia es una enfermedad contagiosa por contacto y asociada habitualmente a la llegada de estos roedores, transmitiéndose  a otras especies cómo liebres, conejos e incluso cangrejos. Es una enfermedad infecciosa potencialmente grave causada por la bacteria Francisella tularensis. Según los expertos, si no se trata convenientemente, dura entre 3 y 6 semanas y tiene síntomas como fiebre súbita, dolores de cabeza, diarrea, dolores musculares y en las articulaciones, debilidad progresiva e incluso las personas afectadas también pueden contraer neumonía.

En este sentido, la Junta siempre recordó que es una enfermedad de declaración obligatoria y mantiene las recomendaciones para evitar su contagio, tales como no mantener contacto con animales muertos, enfermos o con comportamientos no naturales; evitar el consumo de aguas no controladas sanitariamente; utilizar ropas protectoras y productos repelentes para evitar picaduras de insectos o garrapatas; no permitir que los niños toquen las piezas de caza y utilizar guantes y mascarillas cuando se manipulen; consumir carne de animales silvestres perfectamente cocinada; comunicar a los responsables de caza y/o sanidad animal la presencia de animales muertos, enfermos o con comportamientos no naturales; y, en caso de aparición de síntomas sospechosos de esta enfermedad, ponerse en contacto con el médico. 

Cabe recordar que un equipo del Instituto Universitario de Investigación en Gestión Forestal Sostenible (iuFOR), liderado por investigadores de la Universidad de Valladolid (UVa), demostró hace unos años que el topillo campesino (Microtus arvalis) es capaz de amplificar la presencia de la bacteria Francisella tularensis, causante de una enfermedad infecciosa que afecta a animales y personas: la tularemia.

El trabajo muestra una clara asociación temporal entre casos de tularemia y plagas de topillos. Según los datos científicos ya publicados, el número de personas afectadas por tularemia alcanzó máximos anuales durante las plagas de topillo en los años 1997 y 2007 (585 personas de la comunidad en el año 1997 y 486 personas en 2007). En 2014, se repitió el patrón, con un número elevado de personas afectadas por tularemia y al mismo tiempo densidades muy elevadas del roedor. 

En los brotes más amplios, fue precisamente Palencia fue la provincia con más casos registrados en la comunidad de Castilla y León (151 en 1997 y 278 en 2007). Asimismo, en la epidemia de 2014 se llegaron a notificar 88 casos de tularemia  en la comarca de Tierra de Campos (mayoritariamente, Villada, Villarramiel y Paredes de Nava). 

Según los datos apuntados por los servicios médicos, las formas clínicas fueron: tifoidea (43,2%), úlceroglandular (25%), orofaríngea (11,4%), ganglionar (11,4%), neumónica (8%) e intestinal (1,1%). De hecho, 14 personas requirieron ingreso hospitalario.