«Me considero un jugador guerrero»

Ismael Martín
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Procedente del TAU Castelló, el pívot viene dispuesto a darlo todo por el Destino Palencia y conseguir crear vínculos con su nueva afición. Tiene una gran personalidad que demuestra tanto dentro como fuera del campo a través de las redes sociales

«Me considero un jugador guerrero»

El Palencia Baloncesto se ha hecho con un jugador muy competitivo y que no da ningún balón por perdido. 100 % compromiso con cada uno de los equipos en los que ha estado. Hablamos de Edu Gatell (Terrassa, 1989; 2,03 metros) quien llega con la intención de hacer un gran año y olvidarse de las lesiones que le han lastrado en las dos últimas temporadas en su anterior equipo, el TAU Castelló.

El pívot cuenta con un gran bagaje en equipos de toda España y en Liga EBA al haber pasado por el Club Baloncesto Peñas Huesca, Club Melilla Baloncesto y TAU Castelló. Venir a Palencia, un club puntero de la liga, ha sido fácil de decidir para Edu y ya está deseando empezar a jugar a las órdenes del entrenador morado, Arturo Álvarez.  El catalán apuesta por el partido a partido y no pensar desde el principio en el ansiado ascenso, un tema con el que pide no obsesionarse pues supone una presión extra, algo nada beneficioso para el equipo. Para Gatell es fundamental asegurar primero la categoría y ya habrá tiempo, en función de cómo vaya la competición, para pensar en cotas más altas.

Tras tantos momentos vividos en su extensa carrera, ¿con qué se queda de toda su experiencia?

«Me considero un jugador guerrero»«Me considero un jugador guerrero» - Foto: Oscar NavarroMe quedo sobre todo con toda la gente que he conocido en los diferentes sitios en los que he estado. En todos los lugares en los que he estado jugando y viviendo he hecho amigos y aún mantengo amistades después de tantos años como por ejemplo en Coruña y Girona en EBA. Me llevo muchas experiencias y anécdotas porque hay muchos viajes con los distintos equipos. Una de estas anécdotas me pasó estando jugando en Girona en Liga EBA. En una de esas típicas paradas de bus en el viaje a Zaragoza donde íbamos a jugar, al intentar arrancarlo de nuevo este no funcionaba. Así que nos tocó a todo el equipo y cuerpo técnico empujar el autobús y al final arrancó.

Dos años en Huesca, tres en Melilla y otros tres en Castellón. ¿Es casualidad que haya repetido en ellos?

Siempre he sido un jugador al que le gusta darlo todo y crear vínculo con el equipo en el que me encuentro en ese momento. No me gusta estar cambiando de equipo. Si estoy en un sitio en el que estoy a gusto y me siento querido por club y afición, no veo razón para cambiar. Del mismo modo, he hecho amistades fuera del baloncesto y eso ayuda mucho a la hora de decidir quedarme. En Huesca además conocí una chica con la que estoy actualmente y eso me hizo repetir un año más en ese club para estar cerca de ella al ser de Zaragoza.

Las dos últimas temporadas se ha perdido algunos partidos por problema físicos. ¿Cómo se encuentra físicamente?

El primer año en Castellón fue un cúmulo de mala suerte porque cuando me recupero de la lesión en la rodilla me quedo clavado de la espalda porque el jugador siempre fuerza en la recuperación. Luego en un partido contra Leyma Coruña fuerzo una falta en ataque y me fisuro el cúbito al caer mal. Este último año, aparte de inflamaciones en la rodilla que me obligaban a parar hasta que se recuperaba, tuve una lesión de isquiotibiales, varias recaídas. Muy mala suerte la verdad.

La verdad es que ya estoy bastante recuperado. He trabajado mucho todo el verano con un preparador físico externo, he estado haciendo un planning de entrenamiento para la rodilla y he ido a diferentes campus. He estado entrenando durante una semana y media con Girona. Todo lo que he podido hacer lo hecho. La rodilla está respondiendo muy bien, estoy fortaleciendo el tema piernas y ya preparado para la nueva temporada.

¿Cómo se define como jugador?

El típico jugador al que le gusta meterse en el barro. No soy un jugador que marque 20 puntos por partido y coja 15 rebotes, sino que si tengo que bloquear treinta veces para que mis compañeros tiren solos o puedan coger un rebote lo haré. No tengo problema en tirarme al suelo las veces que haga falta o pegarme un golpe contra el suelo por luchar un balón. Por lo tanto, me considero un jugador guerrero, con una posición más defensiva que ofensiva y que si en mis manos está el dar el último aliento lo voy a dar hasta el final.

¿Por qué ha decidido fichar por el Palencia Baloncesto?

Palencia lleva ya muchas temporadas en las que está en los puestos altos de la clasificación. Tengo la espinita clavada de que estando en el Melilla, Palencia nos ganó la Copa Princesa. A parte de esto, he jugado con jugadores que han estado en Palencia como Carlos Bravo, Quique Garrido, Romà Bas. Me han hablado muy bien del club, la ciudad, la forma que tienen de hacer las cosas. Además, me gusta interactuar con la afición en los partidos y allí en Palencia la última vez que estuve se me pusieron los pelos de punta. Vas sumando cosas y la elección se hace muy sencilla pese a haber tenido opciones similares.

¿Qué espera de la temporada?

Entre lo que me he informado de los Jabari Narcis o Sasa Borovnjak, y algunos que conozco como Richotti, Pope -Dani Rodríguez- o Zubizarreta, creo que vamos a ser peleones y guerreros. En ningún momento vamos a bajar los brazos y vamos a darlo todo. Ya veremos cómo evoluciona la competición porque hay otros equipos que han hecho muy buenos equipos. El equipo que están haciendo Leyma Coruña es de los más fuertes. Sin embargo, tener buenos nombres no te asegura que vayan a encajar las piezas y vayan a ser un rodillo. Por otra parte, va a ser una liga diferente porque se supone van a hacer dos grupos, entonces no sabes muy bien cómo van a ir las cosas. Lo primero que tenemos que hacer nosotros es conjuntarnos como equipo, entendernos como equipo, y si es así siempre jugaremos más fluidos y tendremos más opciones.

¿Es posible el ascenso?

Primero hay que asegurar la categoría y luego ir mirando para arriba. El ascenso es un tema tabú en el que prefiero no pensar. Es una presión extra a la que el jugador no tiene que hacer caso. Un jugador tiene que pensar en sentirse físicamente bien, tener buen feeling con los compañeros e intentar ir a ganar todos los partidos. Hay que ir paso a paso. En las últimas jornadas y dependiendo donde estés se podrá pensar o no en el ascenso. Hasta entonces es mejor no pensar en ello

 

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