Pueblos con alma

Laura Illana
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Tras 40 años siendo gerente de la empresa familiar, recibe el premio Trayectoria Empresarial, gracias a su trabajo, esfuerzo y tesón al no rendirse nunca

Pueblos con alma - Foto: Pedro Flórez

Recibir el premio a la Trayectoria Empresarial, concedido por la CPOE, no es una labor que haya conseguido él solo, sino que agradece el esfuerzo y trabajo que tanto su familia como todos los integrantes de la empresa, desde empleados a directivos, han realizado durante todos estos años. Tranquilo y espontáneo, Jose Antonio  Heras, recuerda como se creó la empresa hace 60 años. «Empezó siendo un molino de harina, para posteriormente convertirse en una fábrica de harina y luego transformarse en una panadería, antes de la creación de Productos Virgen del Brezo», asegura Heras Olea. Gracias a la creación de la panadería fue cuando empezaron a dedicarse a la pastelería, porque en aquella época era una tradición que las amas de casa fuesen con  huevos y leche, es decir, con la masa preparada para cocer sus elaboraciones en el horno que ellos tenían. Trataron de copiar la fórmula y los ingredientes que esas mujeres utilizaban y es así como empezaron a crear el primer surtido de dulces típicos de la zona.  

Al principio los vendían  en la panadería, luego se expandieron por las tiendas de alrededor, hasta que llegaron a pueblos de la provincia debido al éxito que estaban teniendo. La oficina de la fabrica llegó a parecer una consulta de médico debido al número de personas que pasaban para comprar dulces. «Por este motivo decidimos dejar de fabricar pan para centrarnos en los dulces», cuenta. 

El 60% de su mercado de ventas actual se basa en productos destinados a las marcas blancas, es decir, a los grandes supermercados que venden esos productos pero con su nombre. Además, también exportan a la Comunidad Económica Europea como Francia, Bélgica, Inglaterra, Italia y también en el mercado internacional con China y  México. 

Durante todos estos años, asegura que, el crecimiento y la expansión no ha sido nada fáciles ya que han tenido años buenos, con un mayor número de ventas, y otros peores, en los que han disminuido a pesar de que han conseguido tener cuatro líneas de producción. Debido a la localización de la fábrica en plena Montaña Palentina, tienen muchas dificultades en cuanto a la red de comunicación. «Al estar un poco desmarcados, la mano de obra en asuntos especializados, como arreglos de máquinas,  encarece bastante el precio con respecto a las empresas de la competencia ubicadas en otros lugares», añade. En cuanto a la España Vaciada, destaca que muchas veces les cuesta encontrar mano de obra cualificada, ya que los jóvenes de las zonas rurales tienen que marcharse a otras ciudades en busca de estudios y trabajo. «Esto es una pena, las instituciones deberían promocionar las zonas rurales para poder asentar a la población. Para la Montaña Palentina, nuestra empresa en como un jarro de agua fresca», añade el empresario.