La formación permanente del profesorado contribuye a mejorar la calidad de la educación. Esa debe proporcionar al docente la actualización y reciclaje necesarios para hacer frente a las nuevas necesidades y demandas a la vez que da respuesta a sus expectativas de mejora en el ejercicio profesional, aprendizaje, promoción y satisfacción laboral. Para hacer frente a los retos actuales de la enseñanza y al desarrollo de los nuevos currículos, precisan acrecentar y actualizar sus competencias profesionales y dotarse de estrategias y recursos para intervenir en una realidad escolar compleja.  

El Centro de Formación del Profesorado e Innovación Educativa (CFIE) tiene una oferta formativa dirigida al profesorado que presta servicio en centros sostenidos con fondos públicos de la provincia cuyo punto de partida es la detección de las necesidades que hacen llegar los docentes, la inspección y la administración educativas a lo largo del curso y, en particular, de las convocatorias específicas.

En este curso escolar el CFIE ofrece 7.557 plazas, repartidas en más de 400 actividades -de ellas, 45 ya han finalizado-. La formación que gestiona se organiza a través de distintos cauce: planes de equipos de profesores, planes de formación de centro, grupos de profesores y participación individual. La mayor parte de las actividades se realizan, como explica su director, Ángel Martín Hernández,  en los propios centros educativos (colegios, institutos, Escuela de Arte, Conservatorio Profesional de Música, Escuela Oficial de Idiomas y otros servicios), con una planificación a dos o más años, según sus necesidades y características.

 El número de plazas ofertadas permite que cada profesor de la provincia pueda participar en más de 3,5 actividades por curso. La estadística de años anteriores pone de manifiesto que más del 80% de los profesores que participa en la formación lo hacen en dos o más actividades, así como que el 74% del prof