El futuro del paseo del Otero como eje comercial

Carlos H. Sanz
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La apuesta por una avenida de Victorio Macho más verde y la puesta en valor de los accesos a los colegios del barrio o de espacios como la plaza de Muñoz Bernal, otras propuestas

El futuro del paseo del Otero como eje comercial - Foto: Óscar Navarro

El Plan Especial de Reforma Interior (PERI) para la planificación de actuaciones de rehabilitación, regeneración y renovación urbana apuesta por lograr una «transformación integral» del barrio del Ave María a través de un conjunto de actuaciones que giran sobre dos ejes: la potenciación del paseo del Otero como vía comercial y la puesta en valor de la avenida de Victorio Macho como espacio verde.

Este documento, actualmente en tramitación en el Ayuntamiento de la capital, está pensado como una hoja de ruta con las actuaciones que se deben llevar a cabo en el barrio en los próximos años, un conjunto de recomendaciones que persigue la revitalización urbanística del Ave María.

Los técnicos de la firma C. Andrés + LL. Masiá, a la que el Consistorio encargó este concienzudo análisis del presente y el futuro de la trama urbana de la capital, fijan dos ámbitos de actuación en el barrio del Ave María, pero la mayoría de las propuestas que se plantean en él son transversales. 

Una de las más importantes es que el paseo del Otero sea el principal eje de reactivación comercial, para lo que se apuesta por implementar mejoras peatonales e introducir nuevos usos.

De esta forma, se propone «dotar de un carácter unitario a la calle, tanto en lo que corresponde al Ave María como al barrio del Cristo» a través de un tratamiento del plano del suelo, incluyendo pavimentos y mobiliario urbano diferenciados y por dar continuar al carril ciclista.

Para reforzar urbanísticamente el carácter comercial del barrio, también se proponen soluciones para la calle Cervera, de forma que, aunque con una intensidad menor, adquiera ese carácter con el fin de conectar el paseo del Otero con el interior del barrio; así como en la de Ramón de Campoamor, en torno al bulevar, y en la de Santo Toribio.

En el paseo del Otero se aboga también por reforzar su red de infraestructura verde con actuaciones como dar continuidad en toda la vía al arbolado de alineación, eliminar las plazas de aparcamiento en la zona del colegio del Ave María; o introducir más mobiliario urbano y arbolado.

Otra propuesta es aprovechar la plaza entre bloques hacia la de Muñoz Bernal a través de mejoras en la iluminación y con la introducción de elementos verdes que favorezcan su uso y la reactivación comercial. Esta es una vieja reivindicación de la asociación de vecinos del barrio.

La calle de Ramón de Campoamor también juega un papel importante en el futuro urbanístico del barrio, de ahí que los técnicos de la firma C. Andrés + LL. Masiá recomienden su puesta en valor para que abandone «un carácter de calle trasera, con testeros, medianeras y entradas a garajes». 

«En su tramo occidental conforma un espacio libre o bulevar de gran potencial, que mejoraría su actividad y calidad visual con un tratamiento estético homogéneo del zócalo de las edificaciones colindantes y la posibilidad de implantar nuevos usos», opinan los técnicos.

La idea es mejorar la relación visual del conjunto de bloques de la calle con el espacio público mediante el tratamiento de los testeros de los mismos, es decir, de las fachadas traseras del edificio, y la sustitución de las tapias existentes por un vallado visualmente permeable, al menos en algún tramo.

Avenida de Victorio Macho. El segundo eje importante de actuación urbanística en el barrio propuesta en el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) para la planificación de actuaciones de rehabilitación, regeneración y renovación urbana gira sobre la avenida de Victorio Macho.

La propuesta principal pasa, en primer lugar, por «mejorar las cualidades estéticas de los edificios, de manera que sean concebidos de forma unitaria». Para facilitar la actuación, se propone dividirla en tres tramos: entre las calles Tirso de Molina y Santo Toribio, entre esta y la calle Anastasia Santamaría; y entre el paseo del Otero y la calle Muñoz Bernal. 

De esta forma, se pretende un tratamiento como conjunto de todas las fachadas en cada tramo ante obras de mantenimiento, conservación o reforma adecuándose a la condición de borde o fondo escénico que conforman respecto a la infraestructura ferroviaria.

Por otra parte, los técnicos creen importante que esta avenida de Victorio Macho, que discurre paralela al ferrocarril, gane en calidad verde con el mantenimiento del arbolado y las zonas ajardinadas a través de un tratamiento homogéneo del borde de la zona verde, setos y cercas.

La tercera actuación en este espacio se centraría en los escalonamientos de los bloques, la parte que constituye el frente del barrio hacia el ferrocarril. La idea es reorganizar el espacio a través de mobiliario urbano, diferenciando las zonas estanciales y de paso, en convivencia con el uso comercial.

El resultado será una mejora de la calidad visual y de la lectura homogénea del espacio urbano desde el punto de vista exterior a la ciudad que supone el ferrocarril, sostienen los técnicos.

Otras actuaciones. Además de estas propuestas, el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) para la planificación de actuaciones de rehabilitación, regeneración y renovación urbana aboga por otras de calado para el barrio.

Por ejemplo, los técnicos proponen poner en valor el colegio público Ave María, de forma que en la calle de Anastasia Santamaría, donde está el acceso secundario al centro, se instale arbolado, se reduzca el ancho de calzada para calmar el tráfico y se dote a la zona de mobiliario urbano.

Para el colegio de Nuestra Señora de la Providencia se propone, en los accesos al centro en la calle Tirso de Molina, el ensanchamiento de aceras para garantizar recorridos accesibles en ambos lados y que, de esta forma, se dé prioridad al peatón, en especial en el tramo que enlaza con la calle Ramón de Campoamor.

La calle Ramón de Campoamor y su tramo de bulevar deben convertirse en un eje verde paralelo a la avenida de Victorio Macho, de forma que conecte los dos colegios. «Uno de los tramos, en torno a la zona de bulevar, será un viario de coexistencia con arbolado en ambas aceras. El otro incorporará el arbolado intercalado con aparcamientos con una acera accesible, con permeabilidad de las tapias en la manzana de bloques», comentan los técnicos.

Para la calle Anastasia Santamaría se apuesta por una imagen de conjunto, alternando nuevos comercios entre los vados, ya que activaría la calle desde el punto de vista peatonal y permitiría una relación con el espacio público más rica y diversa, recualificando el entorno del colegio Ave María.

Otro espacio público que se propone reactivar es la calle Muñoz Bernal, ya que en la actualidad parece una especie de patio de manzana y una plaza abierta. «Un tratamiento estético homogéneo y la implantación de nuevos usos reactivaría estos espacios de gran potencial», aseguran los técnicos.

La calle de Luis de Góngora también puede convertirse en un viario con arbolado en ambas aceras accesibles que permita la conexión transversal hacia la zona verde del parque lineal paralelo al Canal de Palencia. Precisamente, otra de las apuestas de los técnicos es ganar las vistas hacia la ciudad desde esta zona, mejorando los caminos, haciéndolos accesibles, desde el ámbito hacia el itinerario peatonal, con el objetivo de lograr un valor escénico, al ofrecer una percepción del barrio desde el exterior.

Otras actuaciones, como la creación de recorridos accesibles en todo el barrio, con al menos una acera accesible en cada calle; la ampliación de aceras y reducción de ancho de los carriles en la calle Astudillo, como medida de calmado del tráfico, dando prioridad al peatón; o la creación de un viario de coexistencia, enlazando con el bulevar de la calle de Ramón de Campoamor hasta la intersección con Santo Toribio, son otras medidas propuestas para el barrio, tal y como se recoge en el estudio en tramitación.