"Me quedo con esos naturales al quinto de la tarde"

Jorge Cancho
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Enrique Ponce, matador de toros

La lección de hoy en Campos Góticos fue la de cómo someter a un toro que se quiere ir hasta cortarle la oreja y salir a hombros...

Creo que fue una faena muy meritoria, sobre todo con la mano izquierda con la que pude vaciar unos cuantos naturales lentos, largos y muy sentidos. De toda la tarde, lo que más me gustó fueron esos naturales que le di a ese animal salidos de lo más hondo del alma. Es cierto que era mansito, siempre queriéndose ir a la querencia, de ahí que tratara de sujetarle al final del muletazo para que no se marchara. En definitiva, que le toreé con la muleta, con el cuerpo y sobre todo echándole mucho alma.

Consiguió que transmitiera

Ese fue el mayor logro, de ahí que considere que pudo ser incluso faena de dos orejas. Quizá el derrame con la espada pudo afearla, pero la faena en sí fue digna de desorejar al toro.

Con la espada se lo pusieron complicado ambos toros...

Desde luego, no fue nada fácil. El toro estaba muy rajado, empezó a escarbar y no se colocaba para morir. Y a la primera oportunidad que tuve le metí la mano como pude y cobré una aceptable estocada. El primero también me lo puso complicado pues ese echaba la cara muy arriba, aunque le pude cazar a la segunda.

Al primer toro también le cortó otra oreja, con lo difícil que es hacerlo abriendo plaza

Fue una faena importante ante un toro exigente. Le tuve que llevar muy tapado en la muleta, pero al final tuvo un buen fondo y hubo momentos bonitos. También disfruté con él.