Un escudo para el bebé

Berta Pinillos (EFE)
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La leche materna es considerada la primera vacuna que recibe el recién nacido al otorgar al neonato un plus de inmunidad ante posibles enfermedades, incluido el coronavirus

Un escudo para el bebé

Ya se sabía que la leche materna era uno de los mejores elementos, y además natural, para proteger al bebé, aumentar sus defensas y preservarle de enfermedades; pero ahora también se ha demostrado que este mismo alimento es un eficaz escudo contra el coronavirus para el recién nacido, a pesar de que en los primeros momentos de la pandemia, por la falta de información, hubo dudas.

Con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que concluyó ayer, son numerosos los organismos y las sociedades médicas que han hecho hincapié en estos días en los numerosos beneficios que esta práctica otorga tanto a la madre como al bebé, también frente al coronavirus.

La coordinadora nacional de la iniciativa internacional lanzada por la Organización Mundial para la Salud (OMS) y Unicef para la humanización en la atención al nacimiento y la lactancia, Paula Lalaguna, también lo constata, aunque señala que al comienzo de la pandemia, con la incertidumbre, «se echara un poco por tierra» tanto la lactancia materna como el piel con piel «que tanto costó implantar».

Si hasta el momento no hay evidencia de que haya transmisión vertical de la madre por la lactancia, «sí la hay y muy contundente de sus beneficios». Y es que el «oro líquido» como llaman en ocasiones a la leche materna es tal y como afirma Lalaguna un «escudo».

«Siempre protege de cualquier enfermedad, es la primera vacuna que recibe el bebé, y los anticuperpos que desarrolla la madre tras padecer una enfermedad son transmitidos a través de la leche, lo que le hace inmune».

Con el coronavirus no es diferente, «la naturaleza ha demostrado que es un mecanismo muy sabio y que responde igual que otros virus respiratorios, con lo que la madre genera anticuerpos y esos son los que protegen al bebé».

Una afirmación que constata la portavoz de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), Cecilia Gómez: «La leche materna es un escudo protector en el neonato y lactante para enfermedades respiratorias de origen vírico y bacteriano, mejora su supervivencia y les proporciona beneficios para su salud».

También lo asegura la neonatóloga del Hospital Universitario Central de Asturias y miembro de la Sociedad Española de Neonatología (seNeo), Belén Fernández, quien afirma que amamantar tiene más beneficio frente al coronavirus que no hacerlo.

Por eso, la seNeo recomienda desde prácticamente el comienzo de la pandemia, el piel con piel entre la madre y el bebé tras el nacimiento y el amamantamiento.

Solo China mantiene que estas prácticas no deben llevarse a cabo cuando la madre es positivo en COVID-19 y la Asociación Americana de Pediatría, según explica Gómez, recomienda que en caso de estar la madre infectada se extraiga la leche pero no amamante.

Amamantar con seguridad

En todos los casos, la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda amamantar al recién nacido, incluso si la madre sospecha o tiene la certeza de ser positiva en coronavirus. En esos caso, el organismo aconseja extremar la higiene de manos de forma frecuente, especialmente antes de tocar al bebé, así como limpiar y desinfectar las superficies. Al igual que utilizar mascarilla mientras la madre amamanta y cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo al toser.