Un paseo a través de la infancia

A. Benito
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Cristina Párbole, historiadora en el ROM, alcaldesa pedánea de Vallespinoso de Aguilar e impulsora del portal La Huella Románica, hace un recorrido por sus diez lugares favoritos

Un paseo a través de la infancia

1. Vallespinoso de Aguilar. «Es el pueblo donde crecí, el lugar en el que siempre quise estar. Tengo muy buenos recuerdos de Vallespinoso, sobre todo del verano. Siempre digo que todos los niños deberían tener un pueblo. A parte de eso, creo que se trata de un enclave muy especial. El agua, las calles, el entorno... Todo es mágico allí».


2. Ermita de Santa Cecilia en Vallespinoso de Aguilar. «He querido separar el pueblo de la propia ermita porque, para mí, cada uno tiene su importancia. En Santa Cecilia nació mi pasión por el arte románico y es un lugar que me conecta directamente con mi abuela Mercedes. Ella era la encargada de enseñar la ermita hasta hace algunos años. De alguna forma, fue el punto de partida de la que hoy en día es mi profesión. Por cierto, que ahora no hay nadie que muestre este templo. Se ha colocado un pestillo y la ermita está abierta».


3. Paseo de la Cascajera de Aguilar de Campoo. «Me encanta pasear por esta zona, sobre todo en verano para sentir el fresquito del río. También me gusta mucho el bullicio de las terrazas, tomar una cervecita, charlar con la gente... Si estás en Aguilar, tienes que pasar por allí sí o sí».


4. Cañón de la Horadada. «Viajo mucho en tren, de tal forma que cuando atravieso esta zona, al salir, siento tristeza, y, al entrar, alegría. Me parece un sitio precioso. Da igual que esté leyendo un libro o mirando el móvil, cuando paso por el Cañón de la Horadada siempre miro por la ventanilla para disfrutar del paisaje. Para mí es como la puerta de entrada a mi casa».


5. Cueva de los Franceses. «Creo que es una visita obligada para cualquier turista que quiera conocer la provincia de Palencia. Considero un lujo tener al lado una formación como esta. Me parece un sitio súper chulo y, como no es mi especialidad, me resultad muy atractivo. Me encanta todo lo que me resulta novedoso o diferente».


6. Ribero Pintado. «No soy de andar mucho, por eso me encanta esta ruta. Es muy fácil de completar y lo mejor de todo es que la recompensa no puede ser mejor. Además, cada vez que voy, sé que me voy a encontrar algo diferente. La luz y el agua hacen que la ladera luzca distinta cada estación, y casi cada día. También me gusta ver a los caballos que andan por la zona. En su conjunto, creo que es un enclave maravilloso».


7. Camasobres. «Es el pueblo de mi abuelo paterno y me ocurre lo mismo que con Vallespinoso, tengo muchos recuerdos de cuando era una niña y paseaba por esos campos llenos de lirones. Incluso me viene a la cabeza el olor. Le tengo mucho cariño a la comarca de La Pernía, de donde, por cierto, procede mi apellido. De hecho, mi familia pensaba que era de origen italiano, hasta que un día me puse a investigar y v que hasta el siglo XVII nuestros antepasados no habían salido de la comarca».


8. Cruce del Canal de Castilla con el Pisuerga en Herrera. «Viví en Herrera de Pisuerga toda mi infancia y parte de mi adolescencia, así que también le tengo mucho cariño a este pueblo. El enclave que he elegido me parece un lugar para visitar porque en él se puede ver perfectamente la importancia del Canal de Castilla, así como del río que da nombre a la localidad. Recuerdo recorrerlo en bici, pasear con mi familia... La verdad es que este rincón también me gusta mucho».


9. San Román de Entrepeñas. «Creo que se trata de un lugar mágico, por el enclave en el que está situado y por la importancia histórica que tuvo en la época de la Reconquista. Me encanta este torreón, porque no te esperas encontrártelo pero me da mucha pena que esté tan abandonado. Creo que sería importante ponerlo en valor para que la gente sepa cuál es el significado de este torreón. Supongo que muchos pensarán que se trata de cuatro piedras mal colocadas, pero lo cierto es que históricamente tiene una gran importancia. Para quienes no lo sepan, son los restos de un monasterio que, en la Edad Media, fue fundamental para la comarca de La Peña».


10 .Calle Mayor de Palencia. «Es el centro neurálgico de la capital. Vayas cuando vayas, siempre te encuentras a alguien. Me gusta por sus edificios y fachadas, por el olor a castañas en invierno, ver a la gente haciendo sus compras... Hay mucha vida en ella y por eso me gusta tanto. Creo que es otra de las visitas obligadas cuando alguien visita la provincia. Yo, al menos, siempre llevo allí a mis amigos. Además, creo que es una de las calles más bonitas de toda Castilla y León».