«¡Hemos hecho que pase!», clamó Pedro Sánchez ayer en su primera intervención ante los cerca de un millar de simpatizantes del PSOE que se congregaron ante la sede madrileña de Ferraz. El ganador de los comicios se refirió así al lema de su campaña, Haz que pase, y volvió a lanzar un alegato por «el futuro», que, a su juicio, representa su partido. «Ha perdido el pasado», agregó.

«Se ha mandado un mensaje nítido y rotundo contra el autoritarismo», aplaudió el socialista ante un efervorecido público que gritaba «¡Con Rivera, no!». Un claro alegato de la militancia en contra de un posible pacto con Ciudadanos, con el que saldría una mayoría absoluta en el Congreso.

«Creo que ha quedado bastante claro», apuntó al respecto Sánchez, quien, eso sí, quiso aclarar que «no pondremos cordones sanitarios a los partidos», en alusión al continuo discurso del líder de Cs para rechazar una posible alianza con el PSOE. «La única premisa será respetar la Constitución», añadió sobre las futuras conversaciones para cerrar un Gobierno. Un Ejecutivo «de todos los españoles y españolas» con el que «constuir un gran futuro», insistió.

El bloque progresista no se imponía en unas elecciones desde 2008 y, con el triunfo de ayer, según su líder, «ha ganado una España diversa y plural».

«No es no», «No pasarán» e, incluso, «Sí se puede», la consigna habitual de Unidas Podemos, fueron otros gritos de los congregados, ante los que Sánchez prometió «reividicar la democracia en defensa de los derechos y libertades ganados estos 40 años» y frenar «la involución y la desigualdad».