El Partido Socialista Obrero Español se alzó ayer vencedor de las elecciones generales en Palencia en una jornada histórica en la que los socialistas anotaron su primera victoria en la provincia desde 1986; histórica también porque por primera vez en la democracia se rompió el tradicional reparto de diputados; e histórica por la derrota que sufrió el Partido Popular.

El PSOE sumó 33.058 votos, el 31,32 por ciento de los escrutados en la provincia, 8.307 más -un 6,72%- que en junio de 2016, suficientes para alzar a María Luz Martínez Seijo diputada nacional pero no para sumar una segunda acta. Desde que Ciudadanos superó la barrera de la mitad más uno de los votos del PSOE, Antonio Casas amenazó el nuevo asiento de Ciudadanos en la Cámara Baja en numerosas ocasiones pero finalmente se quedó a 444 votos.

Si el PSOE fue el triunfador de las elecciones, el gran derrotado fue el Partido Popular. Una noche para olvidar en la sede de la calle Mayor donde solo se sumaron 31.229 votos, el 29,59% de los válidos. Es cierto que la diferencia con la victoria de los socialistas fue de solo 1.829 votos, pero son otras cifras las que dejan a las claras la debacle popular.

El PSOE termina con tres décadas de victorias del PP - Foto: Sara MuniosgurenPor ejemplo, que nunca hasta ahora el Partido Popular había sumado menos votos en la provincia, por lo que ayer tocó su suelo electoral. O que 14.736 personas han dejado de votar a los populares liderados por el palentino Pablo Casado respecto a las últimas elecciones, las de junio de 2016, cuando obtuvo 45.965 votos, el 45,68% del total.

Con estos resultados, los populares, además de las elecciones, pierden un asiento en el Congreso de los Diputados, la primera vez que ocurre desde que sus siglas son la doble P, por lo que Milagros Marcos será la única representante de los populares palentinos en la próxima legislatura.

Si se preguntan a dónde han ido esos casi 15.000 votos del PP, la respuesta parece clara: a Ciudadanos (3,52%) y, sobre todo, a Vox (11,72%). La suma confirma que el fraccionamiento del centro-derecha es ya un hecho.

El PSOE termina con tres décadas de victorias del PP - Foto: Óscar NavarroEl partido de Albert Rivera llevaba rozando esa tercera acta dos citas electorales y finalmente la ha conseguido. Ese 3,52% más de votos, 4.326 en términos absolutos, ha sido suficiente para romper la barrera de la mitad más uno de los votos de la fuerza más votada que, en virtud del método D’Hondt, le otorga a Enrique Rivero Ortega un asiento en la Carrera de San Jerónimo.

Ciudadanos sumó anoche 16.751 votos, el 15,87% de los escrutados tras un emocionante recuento, su mejor resultado en la provincia y un granero suficiente para defender su acta de diputado con solo 444 sufragios de más respecto al PSOE. El miércoles se abre el voto de los palentinos en el extranjero, pero no parece factible que los socialistas vayan a recortar esa distancia.

Vox y Podemos. El desembarco de Vox, si bien fue importante en votos, no tuvo el recorrido ni los frutos que el multitudinario mítin de Santiago Abascal hizo pensar a muchos. No obstante, la candidatura liderada por Sonia Lalanda sumó 12.370 votos, el 11,72% de los depositados en las urnas de la provincia. No hay datos con los que comparar, pero sí sorprende que Lalanda se quede a 3,94 puntos de lograr ese acta de parlamentario en juego.

Con estos resultados, Vox se alza como cuarta fuerza política en la provincia, y se coloca en una buena posición para abordar las próximas elecciones municipales y autonómicas. Vox es ya una realidad y sus 12.370 votos lo demuestran.

El PSOE termina con tres décadas de victorias del PPEn la otra cara de la moneda está Unidas Podemos. La coalición de Podemos, Izquierda Unida y Equo vivió su peor noche electoral, al sumar 9.705 votos, el 9,19% del total, su suelo desde que el partido liderado por Pablo Iglesias y Alberto Garzón se unieron para asaltar los cielos.

La candidatura morada liderada por Juan Gascón se deja 5.372 votantes en la provincia desde 2016, un 5,79%, que se puede explicar por tres razones: han engrosado el granero que ha hecho posible la victoria socialista en virtud del denominado voto útil; sus votantes se han quedado en casa o, tal y como ocurrió en las elecciones andaluzas, Vox les ha arrebatado parte del voto de los indignados que generó el 15-M.

Finalmente, el resto de partidos que concurrió a estas elecciones generales en la provincia no superó la barrera del 3% que la ley marca para entrar en el reparto de diputados. Fueron cinco: Pacma, Recortes Cero-GV-PCAS-TC, Por un mundo más Justo, Partido Comunista de los Pueblos de España y Falange Española de las Jons.

En total sumaron 1.432 papeletas en la provincia, donde la formación animalista Pacma consiguió 789 votos y mejoró sus resultados de 2016 por apenas 27 sufragios. Por su parte, parece que el efecto Vox sí se ha dejado notar en Falange, que pasa de 184 a 97 votos.

conclusiones. Si en 2015 y 2016 el fraccionamiento del voto del centro-izquierda despedazó electoralmente al Partido Socialista en la provincia; en 2019 ha sido la ruptura del voto del centro-derecha la que se ha cobrado como víctima al Partido Popular.

El dicho asegura que nadie es profeta en su tierra, y anoche lo comprobaron en sus propias carnes Pablos Casado y sus votantes, que registraron el peor resultado electoral del PP en la provincia en la etapa democrática, lo que les arrebata una de las dos actas de diputado que ostentaban desde hacía 33 años en Palencia.

Sin un resultado espectacular, aupado por el voto útil y una participación histórica, el PSOE puso su bandera en la plaza palentina, una victoria agridulce porque no amplía su representación en la Cámara Baja.

Y es que, por primera vez, cambia el reparto de diputados para dar la bienvenida a un partido, Ciudadanos, que se erige como tercera fuerza política en la provincia.  Un éxito que el tiempo dirá si se consolida porque Vox, el partido más a la derecha del espectro político, ya está aquí respaldado por más de 12.000 papeletas.