Ensayo general para la feria

O. H.
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Puerta grande para el mexicano Emiliano Robledo en la primera de las novilladas para alumnos de escuelas taurinas · Unas 2.000 personas en los tendidos en un festejo de carácter gratuito

A las 18 horas, como en un festejo mayor de la Feria. En el mismo albero que el jueves pisarán Morante, El Juli o Roca Rey, y ante las mismas gradas, ayer se desarrolló el primero de los ensayos generales para la feria de San Antolín. Pero una oportunidad para los alumnos de las escuelas taurinas.

Pablo Jaramillo, de la escuela de Salamanca; Emiliano Robledo, de la Citar de Guadalajara, y Daniel Romero, de la de Medina de Rioseco, tuvieron el honor de hacer el primero de los paseillos de estos sanantolines para enfrentarse a tres erales de la ganadería palentina de Concepción Quijano. En las gradas, unas 2.000 personas, en un festejo gratuito.

Vencedor del festejo de ayer fue el mexicano Emiliano Robledo, que cortó dos orejas al valor y al acierto con la espada, al matar de una entera algo tendida que hizo doblar al astado de Calzada de los Molinos. El hidrocálido no se prodigó demasiado con el capote, (ya lo había dejado detalles en quites al eral de Pablo Jaramillo) y se empleó con la muleta, comenzando la faena de rodillas, lo que le valió el primer susto, al ser arrollado. No se descompuso el de Aguascalientes y poco a poco fue cuajando una faena no exenta de peligro. Tanto que recibió otro aviso del morlaco.

El público valoró su actitud y formas, acompañadas por el mejor ejemplar de la tarde, que fue premiado con la vuelta al ruedo. Dos orejas, y puerta grande.

Pablo Jaramillo, sobrino de Juan del Álamo, cortó una oreja, que no fue más por marrar la tarde con la espada ante un buen novillo que, a juicio del propio ganadero, Jesús Caminero, «adoleció de un problema en la vista».  La suya fue la faena con mayor transmisión, enlazando tandas, sin el nerviosismo que se puede esperar de un novillero en una cita como la de ayer, dando tiempo al eral cuando lo necesitó. Sin embargo, al novillo que brindó a Juan Pérez Marciel, le pinchó dos veces antes de colocar una casi entera. El astado murió con calma, enfriando los ánimos del respetable que solo otorgó una oreja.

  Abría el cartel Daniel Romero, para quien el de ayer era su segundo novillo. Algo que se notó, por los nervios y por las dificultades para acoplarse ante el novillo. En su descargo, el astado «no fue nada bueno», reconoció Caminero. Tampoco ayudaron a cosechar éxitos los dos percances y el pinchazo previo a una casi entera. Saludó una fuerte ovación.

Hoy lidiarán  Manuel Martín y Rubén Blázquez (de la Escuela de Salamanca) y Raúl Aznar Cebolla (de la de Medina de Rioseco).