Entre renglones

Esther Marín
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Carmen Diago, directora y locutora del programa 'Literando que es gerundio' en Acup Radio, descubre a 'Diario Palentino' sus diez lugares favoritos

Entre renglones Foto: Óscar Navarro

Amante, consumidora e impulsora de la vida cultural de su ciudad y de otras, vive cada día entre los renglones que escribe, que escucha, que presencia o que lee. Encargada de organizar eventos literarios en la cafetería Salón 15, es además directora y locutora del programa Literando que es gerundio en Acup radio. Profesora de lengua y literatura, ha cambiado las aulas por las tablas. Fundadora del grupo de teatro Tragaluz Teatro, es autora de la obra de teatro Chavela Vargas, la última chamana, estrenada el pasado 12 de mayo en el Teatro Zorrilla de Valladolid.

 

1. Huerta de Guadián.  «Su vegetación, fuentes y monumentos se me antojan el escenario ideal para disfrutar de unas horas de lectura en las tardes de verano a la sombra de sus castaños de indias. Entre sus maravillas está la ermita de San Juan Bautista, joya románica, y el reloj de sol, formado por una columna central de piedra que proyecta la sombra hacia doce columnas jónicas que hay a su alrededor y que está casi oculto por robles, abetos y castaños».


2. Monasterio de San Isidro. «Conocido como La Trapa (Dueñas), es uno de esos lugares con una magia tangible. Es arroparse con la serenidad que da saberse en el lugar correcto cuando, dentro y fuera, tiempo interno y tiempo externo se han detenido y uno da la mano a su propio yo. Imponente su abrazo. Me agrada pasearlo en el ocaso del día y especialmente en los meses de frío, aunque confieso que hay cinco días al año en los que me gusta regalarme el embeleso de los cantos en su misa: Navidad, Año Nuevo, Día de Reyes, Domingo de Ramos y Domingo de Pascua».


3. Basílica de San Juan de Baños. «La iglesia visigoda de Baños de Cerrato es otro de los rincones de la provincia que tiene un encanto especial. No en vano, allí se celebra cada 23 de junio la hoguera de San Juan, donde deseos y promesas bailan con el fuego en un ritual de sugestionable seducción. Recuerdo la emoción de la noche de San Juan cuando, siendo adolescentes y recién acabado el curso, salir para la hoguera era lo que principiaba el verano. Cuenta la leyenda que…».


4. Sotillo de los Canónigos. «Hay varios parques que, para mí, tienen su propia identidad y atractivo. Hay tres que recorro cuando salgo con mi bicicleta. Uno es el Sotillo de los Canónigos, donde confluyen los ríos Carrión y Cuérnago, y al que se accede a través del puente de Puentecillas, de origen romano. Su vegetación de pinos, hayas, chopos, castaños y su extenso verdor lo bautizan como un espacio ideal para el paseo, deporte o simplemente la abstracción».


5. Huertas del Obispo. «Otro de mis parques es Huertas del Obispo, que ocupa el espacio entre Puentecillas y las pasarelas de acceso al Sotillo y es escenario inigualable de conciertos o espectáculos para pequeños y grandes».


6. Isla Dos Aguas.  «Es el pulmón de la ciudad, con una oferta completa de actividades deportivas y recreativas como campos de fútbol de césped natural o las pistas de patinaje. Es un placer recorrer estos tres parques en bici, especialmente en el otoño, donde el colorido de las hojas de los árboles invita al pedaleo sosegado para recrearse en cada tonalidad. Y también en primavera y verano, cuando el buen tiempo y el frescor de las aguas del río Carrión avivan la conexión con la vida».


7. Iglesia de San Hipólito (Támara).  «Pasear por esta villa es romper la barrera del tiempo y el espacio y mecerse con el susurro de los que habitaron las señoriales casas blasonadas. Especialmente destacable es la iglesia de San Hipólito el Real, emplazada en la Plaza Mayor, con las dimensiones de una catedral y una imponente torre de estilo herreriano. Recuerdo Támara de Campos por excursiones familiares cuando era niña. Pasados los años, los buenos recuerdos me hacen volver para revivir aquellos días y andando el tiempo… ya se verá».


8. Esclusa de Ribas de Campos. «El Canal de Castilla es digno de conocer y recorrer caminando o en bici, pero uno de los tramos más bellos es la triple esclusa de Calahorra de Ribas, lugar donde comenzaron las obras de esta imponente obra de ingeniería hidráulica del siglo XVIII. Uno se queda allí admirando la triple esclusa presa del estado hipnótico que provoca el rumor del agua hasta que de repente, se retoma la conciencia y uno no sabe si el preludio del deleite es el musitar de viejos lamentos de amor o de renovadas alabanzas a Dios».


9. Bodegas de Baltanás.  «¡Qué decir de Baltanás si mi abuelo paterno era baltanasiego! Destaco el conjunto de bodegas subterráneas localizadas en el Cerro del Castillo. Impresionante la infraestructura que forma esta red de corredores, calles y accesos, la entrada a las bodegas o chimeneas y zarceras que dibujan el particular retrato de una cultura que es legado patrimonial por ser el conjunto excavado más importante de Castilla y León».


10. Mirador de Autilla. «Autilla significaba lugar de la pequeña altura y, paradójicamente, es uno de los lugares más majestuosos de la provincia. Desde este mirador no solo se ve la mayoría de los pueblos de Tierra de Campos, sino que, debe su grandeza al beneficio de posar la mirada allá donde tierra y cielo perdonan la soberbia humana de creerse algo. Y el aire puro que envuelve los pulmones. Y el latir de una tierra que palpita vida. Y el ansia de querer vivir. Y la humildad de agradecer».

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