Fernando Martín Aduriz

Dirección única

Fernando Martín Aduriz


Jubiletas

02/12/2022

Se jubilaba este mes una trabajadora palentina, una autónoma. Había trabajado durante 51 años. Marga de nombre. Peluquera de profesión. Comenzaba así el particular año sabático que representa la vida de 'jubileta', permítaseme ese neologismo del habla de la calle.
Comienza un periodo que no debe considerarse un premio, no creo que ayude mucho ver el largo año sabático del jubilado como algo que alguien 'se ha ganado'. Sirve verlo así a efectos del argot de la calle. Pero no dice la verdad de la esencia de la cosa en juego. No es fruto de un largo merecimiento puesto que entonces lo veríamos como el verdadero objetivo de una vida, ganarse la jubilación. 
Ocurre que tirar por la borda una vida manteniendo como horizonte el descanso no es muy edificante, y mucho menos para los jóvenes, especialmente de aquellos que necesitan muy poco para sentirse 'jubilados prematuros' con derecho al descanso.
Además sería llevar la contraria al luminoso poema de Kavafis, aquel que comienza «cuando emprendas tu viaje a Itaca pide que el camino sea largo…», y finaliza advirtiendo que lo suyo es llegar, «mas no apresures nunca el viaje, mejor que dure muchos años y atracar, viejo ya, en la isla, enriquecido de cuanto ganaste en el camino sin aguantar a que Itaca te enriquezca». 
La meta es el camino que se va andando a diario, saboreando el tiempo, y si eso se hace así, el tiempo del 'jubileta' no será de nostalgia por el tiempo pasado, sino que seguirá armado de ilusión por lo nuevo por venir. Incluidas las sorpresas.
Para Marga, esta trabajadora que ha sostenido su viaje ayudando a otros, dedicada a servir (ejemplarmente en el decir de todos), seguramente paradigma de otros muchos ciudadanos silenciosos trabajadores que nos hacen mejor a todos, la aventura de vivir un nuevo tiempo con lucidez la puede ayudar más que vivirlo como un premio o una pena, o ley de vida. No es eso.
Pues «sabia como te has vuelto, con tanta experiencia, ves ahora qué significan las Itacas», que, Marga, no es que hayas sido buena, es que ahora tienes el reto de ser aún mejor. 

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