Froilán de Lózar

La madeja

Froilán de Lózar


La suerte del poeta

15/01/2021

Otra de las reflexiones que nos merece este asunto de los galardones, es la manía de premiar a un autor cuando ha fallecido o al final de su vida, como ha sucedido con Francisco Brines, que ha recibido el Cervantes a los 88 años. Eso, en todo caso, le viene bien a los editores y libreros que venden todo lo que tenían escondido.
Cuentan que el último poemario de Louise Glück, reciente premio Nobel, se puede encontrar en 166 librerías, cuando sus anteriores obras, antes de obtener el prestigioso galardón, apenas podías encontrarlas en 15 librerías de todo el país, lo que nos aclara un poco el tirón que implica verse agraciado con esa lotería. Todo es cuestión de suerte, que alguien te encuentre, que alguien te valore, que no se pierda en un cajón lo que hace que otros se emocionen. 
Hace un tiempo, después de pasar por la Universidad de Vitoria y mientras esperaba a una de mis hijas, me metí en la sección de libros de unos grandes almacenes. Yo iba buscando el ejemplar de una autora a la que seguía en Facebook y sí, lo encontré, tenían alguno por casualidad, pero deslumbraba el derroche publicitario de uno de los últimos libros de Ken Follet. ¿Cien libros? Tal vez, doscientos, sobre una plataforma iluminada, como si te ofrecieran el libro de tu vida, como si te lo dieran ya leído, como si se tratara de algo imprescindible y necesario, que sí, que a lo mejor lo es para Kent Follet o para la editorial, o para el vendedor, pero que nos lleva a deducir el gran negocio que es para unos pocos, frente a la necesidad de descubrir a tantos otros con tantas historias que contar. ¿Quién puede recibir con alegría un premio tan importante, cuando te han ninguneado todos los que te promueven y te venden? ¿Quién te premia a los 88 años y qué interés esconde?
Se supone que premiamos para alentar al autor a que siga componiendo, no para recordar a los familiares y amigos del difunto lo bueno que fue en vida. 
Y con Brines les dejo, que al menos brille por lo que compuso, que merece la pena: Si pudiera elegir de todo lo vivido algún lugar, y el tiempo que lo ata,/ su milagrosa compañía me arrastra allí,/en donde ser feliz era la natural razón de estar con vida.