Fermín Bocos

CRÓNICA POLÍTICA

Fermín Bocos

Periodista y escritor. Analista político


Núñez Feijóo pecó de ingenuo

11/03/2023

Pedro Sánchez no pierde ocasión para reafirmarse como idóneo candidato metafórico para bordar el papel del artrópodo depredador en la conocida fábula de 'La rana y el escorpión'. Pese a tener en contra a sus socios de Podemos, el pasado martes el PSOE sacó adelante la proposición para reformar la Ley del 'sólo sí es sí' gracias a los votos del Partido Popular.

Para 'agradecer' el favor, al día siguiente, en el transcurso de la sesión de control al Gobierno, Pedro Sánchez sacó a colación una fotografía de Núñez Feijóo tomada en 1995 en la que el actual líder del PP aparece en compañía de un contrabandista. Fue la forma que encontró Sánchez para devolverle el favor de la víspera. Sin el apoyo del PP la Ley Montero, que hasta el momento ha permitido ya la excarcelación de más de 70 agresores sexuales y rebajas de penas a otros 700, no podría seguir adelante en los trámites parlamentarios necesarios para proceder a su reforma.

Sánchez es un 'killer' político. Está en su naturaleza. De esa naturaleza depredadora ya dio precoz indicio cuando, tras volver a la secretaría general del PSOE, lo primero que hizo fue liquidar de manera humillante a Tomás Gómez, que era el líder de los socialistas madrileños. Pese a la negativa de Podemos a tocar una sola coma de la Ley del 'solo sí es sí', es de sentido común reformarla dados los efectos indeseables que genera su aplicación.

Desde ese enfoque se explica el apoyo del PP para cambiarla pero, conociendo a Pedro Sánchez y repasando su trayectoria, Núñez Feijóo debería haber condicionado el apoyo de los populares. Para asegurarse que Sánchez cumplirá y no volverá a las tesis de Podemos quizá debería haber exigido la destitución de la ministra de Igualdad. Pero no lo hizo. Pecó de ingenuidad. Los diputados del Partido Popular votaron junto a los del PSOE a favor de iniciar el trámite para cambiar la Ley.

Votaron a favor todos los diputados socialistas menos uno: el diputado Pedro Sánchez. El mismo que impulsaba la reforma tras reconocer que la Ley Montero que había aprobado el Gobierno que preside estaba generando "efectos indeseables". Lo uno y su contrario. Sánchez en estado puro. Está en su naturaleza hundir a todo aquél a quien le debe un favor. Y quien tenga dudas que se lo pregunte a la exvicepresidenta Carmen Calvo o al exministro José Luis Ábalos.