Víctor Corcoba

Algo más que palabras

Víctor Corcoba


Mudar de aires

17/05/2022

Mejorar es mudar de aires a tiempo, aprender a valorar la dimensión universal, adelantarse a modificar actitudes, saber rectificar en el instante preciso para volverlo precioso, a fin de promover un cultivo de abecedarios respetuosos que nos hermanen; máxime en un momento en que la tendencia demográfica que caracterizará el siglo XXI será el declive de la población mundial, lo que será una oportunidad grande para confluir sabidurías entre las distintas etapas vivenciales. Las opiniones pueden liar los bártulos como las hojas del calendario, pero los principios permanecen; los días se van, pero también mantienen intactas sus raíces. Aunque nada sea definitivo, lo primordial es ganar serenidad.
Sin duda, lo culminante de toda sabiduría no está en alcanzarla sino en saber utilizarla. En este sentido, nos alegra que la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), fomente iniciativas destinadas a promover las tecnologías digitales para las personas de edad avanzada, contribuyendo de este modo a la Década del Envejecimiento Saludable que propicia Naciones Unidas. Ciertamente, en los últimos años, se han hecho grandes avances en la tecnología de inteligencia artificial, que han de utilizarse para ayudarnos a llevar un proceder mejor, más allá de una simple sucesión de hechos y experiencias. De ahí, lo importante que es compartir avances, generando vínculos, sustentados en la verdad y en la comunión respetuosa. Indudablemente, el corazón humano siempre anhela espacios en los que reine el amor, la confianza  y la quietud en nuestro interior, así como la benevolencia con los demás.  
Una entereza que a veces nos falla y nos hace temer los cambios, que son ley de vida. Olvidamos que la existencia, por si misma, es un proceso de vueltas y revueltas, de revoluciones y evoluciones, de mudas y modos, de transiciones y rupturas. Lo que hoy es, mañana dejará de ser. Al fin y al cabo, somos agentes de revuelta. No hay que tener miedo. Renovarse o morir, lo dice el refranero. Lo sustancial es activar la comprensión, crecer en humanidad, custodiar los espacios libres, sentirnos parte de esa red que nos escucha y que entiende nuestra identidad propia.