Editorial

Un plan con vocación de mejora y de visibilización

Diario Palentino
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No se pueden fijar objetivos generales; hay que apostar por otros específicos

Una ciudad, en este caso Palencia, es su historia, los distintos pobladores que le fueron dando forma, el patrimonio que atesora, las industrias y negocios que protagonizan su desarrollo económico y el paisaje en el que se inscribe. Pero, también, es su paisanaje, los vecinos que a diario pueblan sus calles, desempeñan sus funciones laborales y sociales y construyen los proyectos que han de contribuir a mejorar su calidad de vida. Desde pequeñas mejoras en aceras y calzadas a grandes infraestructuras sanitarias, deportivas, educativas y culturales, pasando por el cuidado y mantenimiento de las zonas verdes, por una accesibilidad cada vez más universal y generalista, que tenga en cuenta las necesidades de las personas con discapacidad física, motora, sensorial e intelectual. Una ciudad es todo eso y más. Palencia es todo eso y más. 

Palencia es ese casco histórico, sembrado de hitos monumentales; es ese monte, ese Canal de Castilla, esos parques y esas comunicaciones con el centro y el noroeste peninsular, pero es, además, el conjunto de sus barrios, cada cual uno y diverso, con necesidades parecidas y diferentes a las de los otros, con una población más o menos envejecida, con demandas derivadas de su conformación urbanístico, su tipo y velocidad de crecimiento, su mayor o menos racionalismo en el reparto de las superficies y los establecimientos comerciales, en la dotación óptima o deficitaria de materias tan importantes como la salud, la educación, los servicios sociales y el bienestar. Por eso, un plan como el especial para la rehabilitación, regeneración y renovación urbana tiene que detectar y aislar esas necesidades diversas, estudiar a fondo cada barrio y plantear soluciones concretas y específicas.

No se trata de fijar objetivos generales, que pueden beneficiar mucho a unas zonas en detrimento de otras, sino de diversificar los planteamientos para que todos participen de las mejoras y eso contribuya a una ciudad más moderna y mejor dotada. Ya hemos analizado las propuestas que los redactores del plan plantean para los barrios de Santa Marina, Ave María, el Cristo y San Juanillo y hoy lo hacemos con las correspondientes a Pan y Guindas. Este barrio se desarrolló a partir de un plan parcial de la década de los setenta, redactado por el Ministerio de la Vivienda y basado en construccions de bloques de viviendas lineales, pero luego creció con otro tipo de edificaciones y es, en la actualidad, una zona residencial que mira hacia dentro y que da la impresión de estar más alejada del resto de la ciudad que otras.

Con carácter general las soluciones pasarían por mejoras peatonales, por incrementar las zonas verdes y por unificar las zonas de aparcamiento, pensando en terminar con un tráfico masificado, por mejorar las conexiones y por reactivar la vida comercial del barrio.