En el Valle de los Caídos, en el interior de la basílica, bajo una pesada losa de granito cubierta de flores, a los pies del Altar Mayor y ante su imponente Cristo crucificado, se encuentra la tumba de José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, jefe nacional de Falange Española de las JONS. Hoy se conmemora el LXXXV aniversario de su muerte, producida en aquella húmeda y desangelada jornada.
El proyecto de Ley de Memoria Democrática, profundamente revanchista, sectario y radical, más aún que la actual Ley de Memoria Histórica vigente, pretende reubicar sus restos mortales en otro lugar. En caso de ocurrir, sería la quinta inhumación y la quinta exhumación de su cuerpo. Sin embargo, una circunstancia de capital importancia dificulta el proyecto social-comunista del ejecutivo de Pedro Sánchez. José Antonio, con lo dispuesto en la ley, es una víctima represaliada y perseguida por su ideología. 
Efectivamente, y así es, tras un juicio sumario iniciado a mediados de octubre de aquel fatídico año, comienzo de la Guerra Civil Española, una sentencia condenatoria emitida por un  Tribunal Popular, sin garantía jurídica alguna, le condenaba a la pena capital. Una farsa que impidió la defensa de la que se encargó el propio José Antonio, dada su condición de eminente letrado. Nada pudo hacer en su descargo para evitar el veredicto final, pese a la magnífica oratoria forense exhibida durante el proceso.
Un pelotón revolucionario, sin demora y sediento de venganza, formado por catorce milicianos, segaba la vida de un hombre joven, de treinta y tres años de edad, el mayor de la saga Primo de Rivera, brillante, amado y odiado como pocos. Ochenta disparos, sin el preceptivo 'Carguen, apunten y disparen', de manera encarnizada, arrebataban su vida.
Sus restos fueron arrojados a una fosa común del cementerio de la Florida Alta, en Alicante. En 1938, 1939 y 1959 se llevarían a cabo nuevos traslados, hasta el día de hoy. Moría el hombre, profundamente cristiano y leal a su familia y camaradas, pero  nacía el mito. José Antonio es una de las figuras políticas más relevantes de la España contemporánea. Descanse en PAZ.