Mª Ángeles de la Torre Bugidos

Mª Ángeles de la Torre Bugidos


Ver recursos y no problemas

03/10/2022

Recientemente, una psicóloga reconocida por su gran profesionalidad me transmitió esta frase: «Yo trabajo con recursos, no con problemas» (Marga Herrero). Creo que es una frase muy interesante para dedicarle un rato de reflexión de cara a interiorizarla y vivir después con esa afirmación muy presente en nuestro día a día. Al escucharla me di cuenta de que es la realidad que he tenido presente en los años que llevo de experiencia como profesora. Los alumnos con sus problemas no son un problema en sí mismos. Son personas con una historia personal propia, seres únicos e irrepetibles con una combinación de cualidades que jamás ha existido en la Historia de la Humanidad ni jamás volverá a existir salvo en ellos mismos. Es por eso por lo que el acto más hermoso de nuestra profesión como docentes es el de acompañarlos, guiarles, en el camino hacia el descubrimiento de sí mismos desde el conocimiento del mundo que les rodea y que, poco a poco, vayan construyendo la mejor versión de sí mismos. Es vital para todos, más ahora que seguimos tan irascibles y desanimados, lograr cambiar la perspectiva desde la que vemos los problemas y darnos cuenta de que también son oportunidades para descubrir y poner en marcha la maquinaria de nuestros recursos. Por supuesto que no se trata de una tarea simple. Se requiere templanza, sosiego, no precipitarse y eso es francamente difícil en este mundo de búsqueda de respuestas inmediatas. También requiere entendimiento, tiempo de observación y de reflexión. Y, por supuesto, requiere de muchísima creatividad y confianza. Confianza es una palabra extremadamente profunda. Confiar es no dejar que se apague, por muy pequeña o lejana que parezca, la llama de la esperanza. Como decían en la película de Juan Manuel Cotelo Footprints: Podremos caer 100 veces pero si nos levantamos 101 habremos vencido. Me fascina mirar a mis alumnos desde esta perspectiva, vislumbrar su potencial, hacérselo saber. Ver en sus cualidades la cara de esa moneda en la que la mayoría, incluso ellos mismos, ven solo la cruz. Ayudarles a conocer que cada debilidad es una fortaleza si se aprende cómo gestionarla.