Carmen Quintanilla Buey

Otra mirada

Carmen Quintanilla Buey


Nosotras y vosotros

11/03/2023

Quiero comenzar jurando que odio el maltrato, la violencia de todo género, la violación, los asesinatos, las salidas de madre en todo... ¡en fin, el terror en cualquier ámbito! Pero hoy quiero centrarme en algo ligeramente más leve: en nosotras y vosotros, hoy. Y creo, que el primero que tuvo la ocurrencia de 'arrejuntarnos' a la hora de definirnos... se equivocó, y ahora.... ¡a ver quien deshace el entuerto! El asunto continúa promocionándose, y como ha tomado un giro entre solidario y absurdo, nadie es capaz de tirar de la manta que nos cubre a ellos y a nosotras. Es que si queremos la unificación, tendremos que promulgarla en todo, porque si como mujeres nos regalan un día mientras ellos se quedan con trescientos sesenta y cuatro... pues... ¡como que no! Tal vez, como soy algo despistadilla, también exista el Día del Hombre yo puedo no haberme enterado, no lo sé.. Pero al margen de este caso, es que es en todos. Nuestros primeros padres Adán y Eva... ¡y...¿ por qué no nuestros primeros madre y padre Eva y Adán?! Pues no. La madre va a buscar al colegio a sus niños, pero no dice que a sus niñas y a sus niños, no, los engloba a todos pero en masculino. En las bodas: Los novios... los invitados... ¿y la novia y las invitadas? -Es que hoy vamos a comer con mis suegros, también van mis cuñados y mis sobrinos, además mi suegra ha asado lechazo, que la sale de rechupete. -Oye, maja, vamos por partes:  Vais a casa de tu suegra y tu suegro, y también acuden cuñada, cuñado, sobrina, sobrino... y en cuanto al lechazo que os preparará... ¡tu suegra!.. ahí ya me hago un lío porque lo de lechaza... bueno, ese asunto lo vamos a dejar en plan neutro. Que sí, que una vez que estamos metidos en el ajo, a ver si de manera bonita, elegante y sin titubeos salimos del atolladero. Comenzaron a liarnos los políticos en sus discursos: Mucho españoles y españolas... diputados y diputadas... pero llegaron al desconcierto a la hora de... ¡señorías !, ahí ya llegó el tropezón, porque lo de «señoríos... pero... como ya habían tirado de la manta, y la dichosa unificación suponía un acierto a la hora de los votos... Del  Gobierno se pasó a  la ciudadanía, y el asunto ha tomado un giro sin atajo. Pero son pequeñas cosas por las cuales no llega la sangre al río. Mientras no haya fatales consecuencias, que cada cual se exprese como quiera. Y aparte, hay otra parte, en la que doy preferencia a la fuerza física masculina. No sé montar tejados en rascacielos... No sé disparar cañones en guerras... no sé conducir trenes... ni camiones... por lo tanto, si  me regalan un día al año, en lugar de los ciento ochenta y tantos que a partes iguales me corresponden... pues, me tendré que conformar. Sí, porque otra cosa: Si me toca pelear... ¡me ganan en fuerza física...!