Toyi Marcos Sosa

Desde mi ventana

Toyi Marcos Sosa


Menos políticos...

28/02/2021

y más investigadores. Antes de que llegaran ciertos grupos en plan Atila al poder, éramos más felices. Poco después, hizo su aparición el maldito Covid y esto es angustioso.  Los unos, con sus altos cargos, deciden por encima de la mayoría e imponen sus criterios y en su juego, explotan: «Es decepcionante que el PSOE se vuelva a alinear con las derechas». Pero mientras ellos comen y viven bien con ese cuento, las colas del hambre se alargan. Y en esa irrupción al orden establecido ¿serían capaces de dar la mano a alguien que tropiece y caiga si antes no saben su filiación política? Lo otro, es algo desconocido que solo la Ciencia puede seguir sus pasos ayudado por el buen hacer de los sanitarios, una ciudadanía  responsable y suerte para vencerlo.  
Incitar a la calle desde las entidades del Estado sabiendo las consecuencias, no es de bien nacidos. Destrozar, reventar escaparates, saquear negocios, incendiar calles… ¿Serán esos sus justificables derechos? Pregunten a los que utilizan qué es un «fascis» o un «antifascista» como escribe ese portavoz que ya vive en el Olimpo y la gente que se ha quedado sin su vehículo de trabajo, le importa un bledo. ¿Y si le queman el suyo? ¿Qué país es este donde hay dinero para cierta clase de políticos y no lo hay para investigar la vacuna? Y el vicepresidente pensando en nacionalizar. Qué pena que este señor en lugar de responder a las preguntas tal es su obligación lo haga con otra pues él, no es Sócrates. No tiene nada que enseñar, entre otras cosas, porque usa una plataforma privilegiada demasiado alta. Así, no es creíble que el lío sea por un rapero.  
Falta respeto, generosidad política y sobra  sin razón y codicia. Actuar en plan anárquico con los bolsillos llenos, el duelo siempre es menos. Dejen de estrangular a España.  A este pueblo arruinado y triste en el que muchos ERTE pasarán a ERE y que jamás imaginó, que desde el equipo del Gobierno de la Nación, alguien en un  entorno de debilidad y de vista gorda, alienta a las hordas incendiarias que no saben a qué van, pero no ignoran, que gozan de patente para destrozar, robar y enfrentarse a las Fuerzas de Seguridad. Inaudito.