Jesús Mateo Pinilla

Para bien y para mal

Jesús Mateo Pinilla


Premios de periodismo

01/11/2022

Se han concedido dos premios Internacionales de Periodismo en el periódico El Mundo, celebrados en memoria de los periodistas Julio  Parrado, víctima de guerra en Irak; Julio Fuentes, asesinado en Afganistán, y López de Lacalle, columnista de ese periódico, víctima de ETA.
La celebración ha recaído en dos reporteros, ejemplo de valores fundamentales de la profesión: valentía y rigor. Uno, Alexey Kovalev, proscrito en Rusia porque lleva información veraz a los ciudadanos rusos de la guerra de Ucrania pagando por ello el precio del exilio. Rusia le tacha de traidor, pero él no se arrepiente. 
Los rusos ofrecen escasa información de su guerra. Censura estatal al ser libre como Kovalev que ha de exiliarse para escribir sus crónicas de guerra.
La libertad de expresión evidenció los lazos de oligarcas rusos con Donald Trump. Es un cronista que describe la noticia tanto de un lado como del otro. Un flujo de información que no se casa con nadie.
El otro premio ha recaído sobre Luz Escobar, cubana que denuncia con coraje la situación política y social de la isla, ha provocado la persecución del régimen, que la somete a continuos arrestos. En la actualidad, está en arresto domiciliario. Con la dureza represiva de las fuerzas cubanas.
Dos informadores en riesgo vital. ¿Pero, cómo les considera la izquierda española? 
Hace días se estableció una discusión con amigos de ideología radical socialista, quienes primero ponen en duda la veracidad de la noticia y añaden con razonamientos interesados la pregunta de Cicerón ¿Qui prodest? ¿A quién beneficia? 
Evidentemente si a la izquierda no beneficia su defensa, la acusación se desvanece. Terrible grado de cinismo. Y para rematar su juicio sitúan de juez a un personaje irrelevante como Jordan Maxwell, teólogo, ufólogo, divulgador científico especializado en sociedades secretas y titulado por la universidad del vivir a diario. Un experto que manifiesta como hiciera Ludwig Wittgenstein, que nada es lo que parece y dudaba filosóficamente si tenía dos manos.
Para la izquierda estos dos periodistas premiados son sicarios de la verdad, interesados pagados por Estados Unidos.