José María Nieto Vigil

Sin Perdón

José María Nieto Vigil


Palencia agoniza

11/11/2022

Se traspasa, se vende, se alquila, o se cierra por cese de actividad, jubilación o por asuntos personales. Esta es la patética y lamentable realidad que se puede apreciar en numerosos escaparates de nuestra ciudad, en demasiados sin lugar a dudas. Da igual la calle, el barrio o la zona de la ciudad en la que nos encontremos, la imagen es desoladora, extremadamente dolorosa y triste.
Los palentinos parecen conformarse y resignarse ante este aciago presente y negro porvenir, al menos en apariencia. La desgracia y la desdicha imponen su fúnebre crespón sobre un gran número de negocios –alguno de ellos tradicional y reputado en un pasado más alegre y afortunado- de muy variada naturaleza y razón social. Ninguna actividad económica queda exenta de la purga y la condena al cierre o la clausura, con enorme pena y sin ninguna gloria. No exagero si les digo que la situación es extremadamente grave y muy delicada.
Recientemente, en la calle Mayor -verdadero escaparate del quehacer cotidiano de nuestra ciudad-, escuchaba la conversación de una pareja de matrimonios que visitaban Palencia por primera vez. Habían venido, aprovechando el puente de Todos los Santos, a visitar la exposición Renacer. La catedral transformada. Estaban profundamente sorprendidos ante el panorama que contemplaban, mientras paseaban por nuestras calles, plazas y avenidas. Se mostraban perplejos, abrumados y rendidos ante la trágica evidencia. Esta discreta y antaño alegre y bulliciosa ciudad, así recordada por nuestros mayores, languidece y pierde lozanía día a día. El declive no es lento, es rápido, inexorable e impenitente, provocando abatimiento, melancolía, descorazonamiento y desesperanza.
¿Dónde están los planes estratégicos para la reactivación económica de Palencia? ¿Para qué sirven nuestros próceres políticos, tanto locales como regionales o nacionales? ¿A quién debemos exigir responsabilidades? Llegarán las elecciones y todos presentarán sus exitosas propuestas de futuro, sin decoro y con enorme descaro. Es ahora cuando reclamamos soluciones y medidas, no mañana o el año que viene. Palencia agoniza.