Ilia Galán

Ilia Galán


Mejoras energéticas

12/09/2022

Me cruzo en la calle con un profesor británico, amigo y vecino, y comentamos la situación en el Reino Unido, cuando el alma de la reina ya de su cuerpo ha huido, pues pudiera acabar en república desunida, tal y como los problemas crecen en aquellas islas de frías tierras. Se ha previsto que muchos millones de habitantes podrían tener que escoger entre calentar el hogar o alimentarse durante este invierno. Frío y otros desatinos aguardan la vida cotidiana de tantos individuos. 
En la provincia, la Diputación lanza una convocatoria de ayudas que, si está bien diseñada, podría ser más que benéfica. El dinero se destina a mejorar los locales para evitar las pérdidas inútiles de calor en invierno, de frescor en verano. Los ayuntamientos pueden aprovechar el momento. Ventanas que podrían duplicarse con otras para retener los helados vientos, zonas a la intemperie sometidas y techumbres mal diseñadas u otras necesidades varias. El derroche suele ser muy estúpido. Cuando hay necesidad, es injusto: es un crimen tirar comida ante quien sufre desnutrición y hambre severa.
Ojalá podamos aprender del ingenio y el nuevo orden de los alemanes, que están logrando localidades autónomas y, pese a su nublado clima, por medio solo de energía solar y eólica, coordinando los tejados y los medios disponibles, ya no tienen esa dependencia de fuera que vemos, como cualquier estratega hace siglos bien supiera, implica sumisión y ahora es fiera. Así que, a soltar todos nuestras monedas, que otros se llenarán, lejos, los bolsillos con ellas. 
Gozamos de tierras donde el sol calienta mucho más que en otras zonas del planeta y con más fuerza y tiempo que al norte de nuestras fronteras, en la Germania aludida, por ejemplo. Sin embargo, cuando he viajado por el norte veo muchas más viviendas y granjas o naves e industrias en cuyos tejados, bajo los cielos grises, plomizos, mientras llueve, produce energía gratuita y limpia de un sol que sigue iluminándonos pese a nuestras personales oscuridades. ¿Por qué España no aprovecha en sus ciudades, sobre todo en los nuevos edificios o en las zonas renovadas, esas superficies? Hay tejas solares que imitan las antiguas evitando disturbar la estética en las zonas antiguas.

ARCHIVADO EN: Reino Unido, España