José Javier Terán

El rincón palentino

José Javier Terán


En el amanecer palentino

12/08/2020

Hay un momento en estas mañanas tempranas del verano palentino, que deviene especialmente gratificante experimentar por lo agradable que resulta, cuando incluso el calor está comenzando a apretar en determinadas zonas de la ciudad. Y es caminar por las calles de la ciudad a primera hora de la mañana, incluso con el sol ya bastante alto en el cielo; y hacerlo buscando a ras de calle la sombra que proporcionan los edificios, y con el frescor que emite el asfalto tras el riego madrugador.A veces, hasta sopla también una mínima brisa que las últimas horas de la noche trajeron consigo, haciendo todavía más grato este paseo matinal.Y es en ese caminar tranquilo y relajado de estas primeras horas de la mañana cuando, sin el agobio todavía de las prisas ni del exceso de transeúntes por estas calles, uno siente que, si tuviese tiempo, podría seguir caminando así en esas circunstancias durante buena parte de la mañana, mientras el pensamiento se evade por momentos.Entretanto, porque la vida sigue para unos y para otros, a la par que unos transitan sin prisa aparente por estas calles, disfrutando de estas primeras horas de la mañana, otros comienzan ya a poner en marcha sus comercios y negocios, y los primeros vehículos que acercan hasta el lugar las diferentes mercancías o reponen existencias, empiezan ya a irrumpir en estas vías urbanas; produciéndose un conglomerado de variopinto colorido.En breve, la ciudad recobrará su actividad habitual de los días de labor, y para cuando esa otra parte de la misma acuda a estas calles del centro para realizar sus gestiones o realizar sus compras, deberá estar todo abierto y funcionando. De ahí esos minutos de febril laboriosidad en estos establecimientos.Así, con las horas avanzando y la acción del sol ejerciendo de plano su contundencia sobre la totalidad de la ciudad, la situación comienza a cambiar, y aquellos primeros paseantes de la mañana regresan a sus casas o tratan de seguir encontrando el frescor de estas horas en las inmediaciones algún parque cercano.Claro, que si se trata de domingos y días de fiesta, la situación cambia radicalmente y se vuelve todo quietud y paseo relajante.