Elisa Docio Herrero

A vuela pluma

Elisa Docio Herrero


No han entendido nada

07/02/2021

Esto va a ir para largo y las circunstancias que han derivado de reuniones sociales masivas muestran que alguien no ha entendido nada», Antonio Álvarez, jefe de la UCI del Complejo Asistencial de Palencia. Y reflexionando sobre esas palabras vamos a otros muchos aspectos sobre los que no hemos entendido o no queremos entender. Como el estrés físico y mental de los sanitarios y resto del personal hospitalario, héroes de frontera y víctimas de la incomprensión más absoluta. Muchos de ellos directamente contagiados, otros en cuarentena por cercanía con familiares positivos, y los que quedan se rompen el lomo para atender a los que llegan. En un solo día, el lunes pasado hubo 41 ingresos. ¿Quién puede con ello? Cada abuelo que quiere ver a sus nietos, cada amigo que quiere cervecear con otros, cada individuo o individua hablando con soltura en el velador de una terraza, risotadas de por medio, todos sin mascarilla o con ella en la barbilla, o por debajo de la nariz, no han entendido nada. Los negacionistas o esos de «no es para tanto», «a los jóvenes no ataca», «estoy muy sano», etc., tampoco han entendido nada. Quienes sí lo han entendido bien son los llamados vacuna-jetas. Esos que han ido a pillar sus dosis como sea y se justifican de la forma más vergonzosa inimaginable, su miedo a la muerte y su egoísmo no les ha impedido pensar que están robando la salud a quienes les pertenecía. Podría ser un delito contra la salud pública por traficar con la vida de otros, o si no tipificarlo en el Código Penal para el futuro. El gerente de un hospital en Madrid y 600 jubilados, se supone amiguetes, han robado a sus sanitarios. Lo que más clama al cielo es la del Obispo de Tenerife que se ingresa en una residencia para recibir la vacuna y luego vuelve a su casa tan pichi ¿A éste no les cesan, ni dimite, por ladrón?